Editorial

Dólar oficial: la mentira tiene patas cortas

El gobierno sigue pasando la gorra de sector en sector, pero se resiste a habilitarle una paridad real al productor agropecuario, a pesar de que cada vez es más difícil sostener el relato y de que necesita ingresos en moneda dura.

 El gobierno sigue pasando la gorra de sector en sector, pero se resiste a habilitarle una paridad real al productor agropecuario, a pesar de que cada vez es más difícil sostener el relato y de que necesita ingresos en moneda dura.

Un puente tras otro. Armando tramos de carretera y empalmándolos con gran precariedad para llegar quien sabe a dónde. Porque el tirón a este paso es muy largo hasta las elecciones. La última movida de Massa en su camino desesperado para sostener un dólar oficial en irreales $ 155-160 ha sido el anuncio de que los turistas extranjeros podrán pagar con tarjetas al valor del dólar MEP. Tal cual sucediera con el llamado dólar soja, el gobierno vuelve a pasar la gorra y espera juntar unos u$s 1.100 millones antes de fin de año., es decir un volumen de divisas bastante más modesto que el que aportaran los hombres de campo.

Ayer fueron los productores y hoy la gente que visita el país cada año, que hasta acá terminaban en alguna cueva o directamente con los arbolitos de Florida cuando querían defender lo que traían en sus bolsillos Aunque es censurable, este recurso muestra que nadie está dispuesto a regalar su dinero por más que algún poderoso del ala radicalizada del gobierno insista en maquillar el escenario.

Ahora cada consumo le costará la mitad al visitante respecto del sistema anterior. Al turista se le va a reconocer la cotización del dólar que se opera entre sociedades de bolsa, y es probable que acepte pasar por el circuito formal y dejar algunos billetes para las todavía convalecientes arcas del Banco Central. Es lo mismo que sucedió con el productor agropecuario., y eso que la oferta al hombre de campo fue mucho menos generosa.

Por cierto, el analista Salvador Vitelli ofrece números más que interesantes sobre ese parche que llevó a liquidar más de u$s 8000 en ventas de soja.. Cuando terminó el encantamiento, la liquidación de divisas de octubre se hizo humo, y cayó incluso por debajo del promedio 18 años. Fue la peor liquidación de octubre desde 2018, y la peor liquidación mensual desde marzo de 2020. Por otra parte, en los dos primeros días hábiles de noviembre se ingresó un 65% menos que en igual período de octubre. En lo que va de 2022, el campo lleva liquidados u$s 35.034 millones, la mayor cifra de los últimos 20 años a pesar que a 2022 le quedan dos meses aún. Y ha quedado muy poco de eso en las redes del gobierno.

Así, hay dos problemas que persisten. Por un lado las reservas del Central no han mejorado sustancialmente; con brecha es muy difícil engordarlas. En el mes caen u$s 188 millones, y en el año retroceden unos u$s 1.015 millones. Por el otro lado, el efecto que generó el dólar soja es adelantar el flujo; en septiembre se liquidó un 448% más que el promedio de 19 años. No hay creación mágica de granos, esto es lo que va a faltar en los próximos meses.

Mientras esto ocurre, el dólar oficial pierde por goleada con la inflación, y ya no engañada a nadie, ni siquiera a los más fanatizados. Se agudizan las trabas para importar: ya hay atrasos en obras de infraestructura energética clave, y podrían afectar el suministro de combustibles. Las fábricas van decidiendo día a día su esquema, el largo plazo llega a las 48 horas.

De acuerdo con fuentes del sector, al campo le restarían liquidar alrededor de u$s 8000 millones. Difícilmente se muevan salvo razones de fuerza mayor. Es igual que en el caso del turista, nadie rifa su esfuerzo. Y en medio de este tembladeral el gobierno apuesta fuerte a las medidas que precisamente no hay que tomar: control de las ganancias de las empresas, precios "congelados", cepo y más cepo, una brecha indomable y niveles de inflación que destruyen los salarios de los que no están bajo el paraguas de un sindicato amigo. Tiempo perdido y daño creciente. En este escenario, el plazo hasta un potencial cambio de gobierno se hace eterno.