Ucrania y Rusia logran los primeros avances en la negociación para desbloquear el cereal ucraniano
Delegaciones técnicas y militares de Kiev y Moscú, con la intermediación de Turquía y la ONU, se reunieron este miércoles para tratar el corredor naval en el mar Negro que permita la salida del grano bloqueado por la invasión rusa
Delegaciones técnicas y expertos militares de Ucrania, Rusia y Turquía, acompañados por diplomáticos de Naciones Unidas, lograron este miércoles los primeros progresos en Estambul para tratar el establecimiento de un corredor naval en el mar Negro que permita sacar el cereal ucranio bloqueado por la invasión iniciada en febrero por Vladímir Putin. La reunión concluyó con avances en cuestiones técnicas, como la creación de un centro de coordinación en Estambul, los controles conjuntos que se harán a los buques y la seguridad de la ruta.
"En la reunión a cuatro bandas, se llegó a un acuerdo sobre cuestiones técnicas como los controles conjuntos en los puntos de salida y llegada del puerto y garantizar la seguridad de la navegación en las rutas. [También] se acordó establecer un centro de coordinación en Estambul donde habrá representantes de todas las partes", explicó el ministro de Defensa turco, el general Hulusi Akar, en declaraciones recogidas por la agencia oficial Anadolu. Akar también aseguró que las delegaciones han acordado reunirse la semana próxima en Estambul para firmar lo acordado.
Era la primera vez que negociadores ucranios y rusos se reúnen de forma presencial y oficial desde las fallidas conversaciones de paz en marzo, también en Estambul, y también la primera vez que se ensaya este formato a cuatro bandas, con Turquía como facilitadora y la ONU como observadora. El Gobierno de Kiev estima que unos 20 millones de toneladas de cereal están bloqueados en sus silos y países de África y Asia han pedido a la ONU una solución a este problema que evite una crisis alimentaria, ya que Ucrania es uno de sus principales suministradores de grano. Por ejemplo, antes de la guerra, el 75% del trigo que consumía Líbano procedía de Ucrania; el 40% en el caso de Libia, el 28% en Indonesia, y en torno al 20% en Túnez y Bangladés.
Ya antes de las conversaciones cuatripartitas, que se prolongaron durante una hora y media, el ministro de Exteriores ucranio, Dmitro Kuleba, se había mostrado optimista con respecto al curso de las negociaciones en una entrevista con EL PAÍS. "Estamos a dos pasos de conseguir un acuerdo con Rusia", dijo el jefe de la diplomacia de Ucrania, si bien matizó que la pelota está en el tejado de Rusia: "Las preocupaciones sobre seguridad, vinculadas a la posición de Rusia, necesitan ser solventadas. Estamos en la fase final y ahora todo depende de Rusia. Si ellos realmente quieren, las exportaciones de cereales empezarán pronto".
La reunión se llevó a cabo en medio de gran secretismo "a petición de las partes", según el Ministerio de Defensa turco, y la hora y el lugar de reunión -el palacete de Kalender, a orillas del estrecho del Bósforo- no se reveló hasta que hubo comenzado. En los días anteriores al encuentro cuatripartito, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, telefoneó a sus homólogos ruso, Vladímir Putin, y ucranio, Volodímir Zelenski, para tratar la cuestión. Erdogan se encontrará personalmente con Putin el próximo día 19 en Teherán, en el marco de una reunión entre turcos, rusos e iraníes para debatir la situación en Siria. Turquía ha asegurado que tiene una veintena de cargueros listos para enviar a los puertos ucranios en cuanto se abra el corredor, y también ha ofrecido sus fuerzas navales para escoltar los buques.
Ankara fue invitada a mediar por el secretario general de la ONU, António Guterres, después de que este no lograse acercar posturas entre Kiev y Moscú en sus primeros contactos. Las negociaciones se atascaron en junio por la desconfianza ucrania hacia la propuesta ruso-turca, que contemplaba el desminado de los puertos ucranios del mar Negro para el establecimiento del corredor naval y otorgar a Rusia la potestad para poder registrar los buques antes de su llegada a puertos ucranios para evitar "contrabando de armas" y "provocaciones". Kiev, por su parte, reclama garantías y protección internacional a fin de evitar que Rusia aproveche la retirada de las minas navales para atacar su costa sur.
Las negociaciones se han acelerado tras la recuperación ucrania de la isla de las Serpientes, invadida por Rusia a inicios de la guerra y que resulta crucial para controlar el tráfico marítimo en la costa occidental del mar Negro, pues domina la desembocadura del Danubio. Las fuerzas rusas abandonaron la isla a finales del mes pasado, según el Kremlin, como gesto de buena voluntad, aunque los ucranios sostienen que se debió a su presión militar y constantes ataques. Asegurado el control de la isla, ha aumentado el tráfico hacia el puerto fluvial de Izmaíl, en la orilla ucrania del delta del Danubio, desde donde los buques cargan el cereal y lo transportan a través del mar Negro. El problema de esta ruta es que, por sus características, solo pueden utilizarla barcos de menor capacidad de carga. Los puertos ucranios en el mar Negro, en cambio, están preparados para acoger a cargueros de mayor tonelaje, lo que abarataría el transporte del grano.