Legislativas

El acuerdo con el Fondo contaría con 59 votos para su aprobación

Un conteo preliminar de parlamentario.com permite vislumbrar en la Cámara alta un amplísimo respaldo de más de los dos tercios.

No era un dato menor el resultado de la votación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en Diputados. Todos sostenían que necesitaba un amplio apoyo para complementar ese gesto hacia el propio FMI, cuyo board deberá ponerle la firma una vez que esté la aprobación legislativa correspondiente. Pero más allá de ese amplio respaldo que adornaría el acuerdo a los ojos del Fondo, los propios consideraban indispensable un apoyo importante fundamentalmente para el paso que viene: el tratamiento en el Senado.

Allí gobierna Cristina Fernández de Kirchner, a quien muchos le adjudican haber dicho que no se convertiría en su vice "malquerido", Julio César Cleto Cobos. Ella no votaría de manera no positiva si le tocara decidir. En rigor, no hace falta que lo haya dicho, no hay duda que es lo que piensa: ella nunca desempataría de un modo que habilitara tal comparación. Pero jamás permitiría llegar a esa instancia en un ámbito donde reina. ¿O por ventura alguien piensa que podría dejarse poner en la instancia de decidir ella acordar con el Fondo?

Por eso era indispensable un respaldo contundente en Diputados que liberara de dudas a los senadores y los pusiera en una situación distinta: la de estar obligados a completar la faena de la otra Cámara en el sentido del mandamiento y las necesidades del Gobierno del Frente de Todos.

Con todo, la primera señal esbozada por Cristina Fernández de Kirchner no fue halagüeña para el gusto de la Rosada. La vicepresidenta no se pronunció nunca sobre el tema desde que el 28 de enero se anunció el entendimiento, pero lo hizo a través de su hijo Máximo, más allá de que el presidente le haya atribuido haberle pedido que reconsiderara su renuncia.

Volvió a hacerlo cuando el viernes, pocas horas después de la media sanción, difundió el video sobre "el ataque" a su despacho; más que una victimización pareció tratar de mostrar un juicio de valor para con el Fondo Monetario. Que sigue siendo el mismo de siempre.

Se diferenció del paso dado por el presidente Alberto Fernández y a continuación dio vía libre para el tratamiento en la Cámara alta.

Allí se iniciará este lunes el debate. Con la presencia del ministro Martín Guzmán, a partir de las 15. Será el mismo esquema que en la otra Cámara, con la presencia de los funcionarios que lo acompañaron al plenario de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas.

Pero hasta ahí las similitudes. Ya de por sí en el Senado no habrá plenario, pues no hay comisión de Finanzas. Solo estarán los miembros de Presupuesto y Hacienda, comisión que conduce el riojano Ricardo Guerra, quien asumió el año pasado para completar el mandato del fallecido expresidente Carlos Saúl Menem.

El martes, según lo anunciado, continuará a partir de las 14 el debate en comisión, pero no se anticipa la presencia de invitados, como sucedió la última semana en la Cámara baja, adonde concurrieron sindicalistas, empresarios y gobernadores. En el caso del Senado, irán directamente al dictamen y luego, según ha confirmado el propio presidente del bloque oficialista, José Mayans, tratarán de sesionar en el transcurso de la semana. Todo indica que el jueves.

Para eso deberán sortear la regla estricta que se cumple en el Senado de dejar pasar 7 días entre la emisión del dictamen y el debate. Sucede que el 22 de marzo es la fecha en la que Argentina tiene un vencimiento con el Fondo que no puede cumplir. Si hay entonces cuestiones burocráticas pendientes, que no sean por culpa de Argentina.

¿Cuenta con la posibilidad de los 2/3 necesarios para sesionar de un día para otro? Si hay disposición de la oposición, sí. Y la hay, según adelantaron desde Juntos por el Cambio y quedó claro a partir de la votación casi unánime que tuvieron en la otra Cámara. Ese fue también un gesto que necesitaba el oficialismo que diera la principal oposición hacia sus propios senadores.

Con los votos ajenos asegurados, ¿cuántos le puede aportar el Frente de Todos a la aprobación? Según el poroteo preliminar hecho por parlamentario.com, unos 22 votos a favor, contra unos 13 negativos como máximo.

Hay que destacar que si bien los gobernadores esta vez no se harán presentes en el Senado, su paso por Diputados fue contundente según estiman en esa Cámara. Y debe haberles dejado claro ya lo que deben hacer en el Senado.

La última semana pasaron por la Casa Rosada y el Congreso

los gobernadores Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Sáenz (Salta), Sergio Ziliotto (La Pampa), Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Mariano Arcioni (Chubut), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Omar Perotti (Santa Fe) y los vicegobernadores Carlos Silva Neder (Santiago del Estero) y Eugenio Quiroga (Santa Cruz). En Diputados también estuvo el jujeño Gerardo Morales, de Juntos por el Cambio, con un discurso contundente.

A partir de esa postura se descuenta el voto favorable al acuerdo de los senadores Guillermo Andrada (Catamarca), Daniel Bensusán (La Pampa), Maurice Closs (Misiones), Lucía Corpacci (Catamarca), Carlos "Camau" Espínola (Corrientes), María Teresa González (Formosa), Ricardo Guerra (La Rioja), Edgardo Kueider (Entre Ríos), Sergio "Oso" Leavy (Salta), Claudia Abdala de Zamora (Santiago del Estero), Marcelo Lewandowski (Santa Fe), Carlos Linares (Chubut), Cristina López Valverde (San Juan), José Mayans (Formosa), Sandra Mariela Mendoza (Tucumán), Gerardo Montenegro (Santiago del Estero), José Neder (Santiago del Estero), José Antonio Rodas (Chaco), Guillermo Snopek (Jujuy), José Rubén Uñac (San Juan) y Pablo Yedlin (Tucumán). Habría que sumar también al puntano Adolfo Rodríguez Saá, enemistado con su hermano gobernador, cuyos diputados no votaron el acuerdo.

En contra, mas no necesariamente votando así -tal vez absteniéndose-, habrá que considerar a la puntana María Eugenia Catalfamo, a Juliana Di Tullio ya los camporistas Martín Doñate (Río Negro), Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), Mariano Recalde (CABA) y Matías Rodríguez (Tierra del Fuego).

También por supuesto a Oscar Parrilli (Neuquén), a su comprovinciana Silvia Sapag, muy cercana a la vicepresidenta; a la santacruceña Ana María Ianni, a la fueguina María Eugenia Duré y la chaqueña María Inés Pilatti Vergara. También la salteña Nora del Valle Giménez reveló días pasado un rechazo al acuerdo con el Fondo que veremos si se traduce en el mismo sentido al a hora de votar, y probablemente no apoye el acuerdo Silvina García Larraburu, muy cercana a la vicepresidenta, aunque algunas veces ha tomado distancia en temas como el aborto cuando se debatió en 2018.

A priori, el oficialismo no debería contar con los mencionados 13 senadores.

En ese caso, suponiendo una votación unificada del interbloque JxC, mas el respaldo de Alberto Weretilneck, la misionera Magdalena Solari Quintana, la riojana Clara Vega y la cordobesa Alejandra Vigo, el aval al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional podría salir con un total de 59 votos sobre 72.

Un dato a esta altura anecdótico. La Comisión de Presupuesto que deberá dictaminar cuenta con estos 17 senadores: Ricardo Guerra, Víctor Zimmermann, Juliana Di Tullio, Edgardo Kueider, María Teresa González, Antonio Rodas, Ana María Ianni, Maurice Closs, Marcelo Lewandowski, Carlos Alberto Linares, Julio Martínez, Flavio Fama, Martín Lousteau, Guadalupe Tagliaferri, Ignacio Torres, Juan Carlos Romero y Alberto Weretilneck. Teniendo en cuenta todo lo apuntado, el dictamen saldría al menos con 15 firmas.