Politica

Luana Volnovich, el Caribe, y los dólares que su Gobierno le retiene al campo

Las vacaciones en el Caribe de la titular del Pami contrastan frente a la crisis económica y la fuerte presión fiscal.

Frente a la inquietante sequía que protagoniza esta edición de Clarín Rural, como reflejo de la preocupación de los actores agropecuarios -y de todo argentino consciente del aporte del campo a la economía del país- esta semana hubo un hecho aparentemente secundario. Pero tiene que ver con la grieta política que impacta sobre el desarrollo del país.

Mientras millones de argentinos estaban sofocados, muchos de ellos sin energía eléctrica, Luana Volnovich, la titular del Pami, estaba de vacaciones en el Caribe, con su pareja Martín Rodríguez, que la secunda en el organismo de asistencia a jubilados y pensionados.

¿Sabrá Volnovich que la soja ha sido el producto que más dólares aportó a las cuentas fiscales y fue vital para pagar sueldos estatales, planes sociales, controlar el dólar, y también importar bienes y servicios (como sus pasajes y su alojamiento)? Este complejo de granos, harinas, aceites y biocombustibles traccionó los más de US$30 mil millones que se liquidaron en divisas durante 2021, prácticamente la unica fuente de ingreso de dólares a la economía argentina. ¿Estará al tanto la jefa del Pami que la oleaginosa cada vez se siembra menos por la presión impositiva, vía retenciones y brecha cambiaria, y este año ofrecerá una cosecha menor también por las malas condiciones climáticas?

¿Le interesará saber a la jefa del Pami que el maíz, el cultivo que más ha crecido en los últimos 6 años, y que su Gobierno destacó como el producto de exportación que más se incrementó, -125%, por U$S 610 millones- según la última estadística oficial, correspondiente a noviembre de 2021, no ha recibido lluvias clave en diciembre y enero y ya se estiman pérdidas millonarias?

Como funcionaria nacional, a Volnovich le vendría bien saber que, según el ministerio de Economía, la recaudación por derechos de exportación se duplicó entre 2020 y 2021 (de $387.643 a $963.117 millones) lo que significó un salto del 5 al 9% en relación al gasto total del sector público nacional.

Aunque es probable, que como suele expresar el sector político que representa, siga creyendo que "el campo debe aportar más". Les resulta poco significativo que, demás de lo que el Estado capta de la renta agrícola por esas retenciones y otros impuestos, 63,2% según la última medición de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina, (FADA).

Está claro que Luana y Martín no toman en cuenta los argumentos de gobernadores e intendentes que reclaman desde hace años que el dinero que se produce en las zonas rurales quede y se reinvierta en las regiones productivas. Es lo que hacen los países vecinos, que dejan crecer a su agroindustria, tienen menor inflación y no imponen restricciones cambiarias para viajar o ahorrar... Así también generan más fuentes de trabajo.

En su perfil de Twitter, la red social de la que fue tendencia esta semana tras viralizarse su foto en el paraíso centroamericano, Volnovich se define como "militante de la Cámpora, y agrega: "Por un país donde el buen trato a las personas mayores sea ley". Parece que "la ley" no es pareja según la cosmovisión de Luana. A los abuelos por los que debería esforzarse les deseó "que disfruten las Termas".

Esa concepción diferenciada de la ley es cada vez más habitual entre quienes manejan el dinero público, mientras se ejerce una presión fiscal asfixiante sobre los que trabajan y arriesgan. De aquel lado de la grieta traten de oligarcas a miles de productores que viven en las zonas rurales y ahora tienen una gran incertidumbre sobre los ingresos que tendrán para todo el año.

Al contrario de esas sensaciones, Volnovich y su pareja se sienten exitosos. La periodista de Radio Mitre Laura Di Marco difundió que la titular del Pami cobra un sueldo de $562.350, Rodríguez $491.880 y hay otros miembros de la familia con ingreso propios de una oligarquía: su hermano Guido, $ 469.989, y su padre Jorge, jubilado, $ 374.507.

Y desde ese buen pasar, ¿será que celebraron en el paraíso caribeño la atención a abuelas y abuelas frente al coronavirus? Sin responsabilizarlos de la pandemia, se les puede pedir decoro ante la tragedia sanitaria y la crisis económica.

Muchos asociaron esto con el cumpleaños de Fabiola Yañez, la pareja del presidente Alberto Fernández, cuyo equipo ahora se desliga de Luana y deslizan que su continuidad en el Gobierno depende de... Máximo Kirchner, el jefe de La Cámpora.

Parece que Volnovich, como también Jorge Ferraresi, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, que también fue "descubierto" en el Caribe, no consideran oportuno ser más austeros, pese a la recomendación del Presidente de que sus funcionarios no viajen al exterior.

En este caso, se informó que Ferraresi le pidió permiso a Fernández porque iba a perder los pasajes sacados hace dos años y el Presidente le dijo que sí. Muy parecido debe haber sido el aval a Fabiola mientras trataba de idiotas a otros argentinos en el peor momento de las restricciones. De cualquier manera, son diferenciaciones establecidas con una lógica de "Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago". una versión muy criolla de la impunidad ventajista del poder. ¿Todo eso está legitimado por los votos? ¿Ganar las elecciones habilita cualquier tipo de "permisos especiales"?

La cuestión habitacional es otra situación acuciante que afecta al campo, porque desde el oficialismo han propuesto resolver con la ocupación de tierras. Otro caso de utilización del poder público para disponer de bienes que otros se ganaron trabajando. Aunque no se efectivice, es una amenaza contra propiedades de carácter productivo, sin poner en discusión inmuebles urbanos (departamentos y casas) sospechados de haber sido adquiridos con plata de la corrupción política.

En definitiva, el caso de Volnovich pone en discusión los riesgos y padecimientos que afrontan los que actúan en el sector privado, frente a un Estado cada vez más asfixiante (via impuestos y restricciones). Así, a los habitantes argentinos les cuesta ejercer una auténtica independencia económica (frase peronista, dicho sea de paso).

Y para los que creen que la soja es "un yuyo", que se produce sin costos por ávaros terratenientes que heredaron campos desde la Colonia, deberían tener en cuenta también la acuciante situación de muchas economías regionales, que reflejó este viernes Coninagro, una entidad del campo dialoguista con el Gobierno. Expuso que en 2021 esas producciones agroindustriales tuvieron un incremento de costos del 73% mientras sus precios subieron 47%". Es otra forma, inflación y controles estatales mediante, de transferir dinero desde los que producen a los que disfrutan como Volnovich.

Las economías regionales están diseminadas por todo el país y quienes allí trabajan incidieron en el último resultado electoral adverso al Gobierno en muchas provincias. Por eso, los más optimistas ven la luz al final del túnel de la grieta en la nueva relación de fuerzas en el Congreso. Creen que puede ser un límite frente a iniciativas unilaterales del oficialismo. La ética de los funcionarios es un valor más subjetivo, pero algunas veces también tiene impacto político. 

Autor : Mauricio Bartoli