El desafío de hacerse oír en la campaña electoral
A pesar de la embestida oficial para disgregarla, la Mesa de Enlace se considera con soporte social, dentro y fuera de las bases rurales
En medio de las luces amarillas que enciende el escenario económico y del clima preelectoral que comenzó a instalarse de cara a la renovación del Congreso, el agro abrió un compás de espera, sin desactivar su agenda gremial.
Una de las posiciones que recogen adhesión entre los productores es llevar adelante acciones para poner en primer plano la agenda económica del sector, junto con el debate camino a las urnas de octubre y las otras necesidades y demandas de la coyuntura nacional.
Luego del cese comercial que finalizó el miércoles –sin cortes de rutas ni provocar desabastecimiento, según se encargó de remarcar la Mesa de Enlace–, la cúpula rural anunció que se mantendrá “en alerta” para evaluar la situación.
Lejos de haber señales de acercamiento, las críticas del ministro Norberto Yauhar hacia los supermercados fueron tomadas como las que provienen de un “triste comentarista” y no de alguien que tiene responsabilidad de evitar las distorsiones de precios.
Un llamado de la Casa Rosada, de la Presidenta y de sus funcionarios para que “escuchen y resuelvan los gravísimos problemas que sufren el campo y el interior” es uno de los gestos que volvió a solicitar la mesa agropecuaria.
Según se adelantó, los dirigentes evaluarán en los próximos días cómo seguir, esta vez ya sin la convocatoria de nuevas asambleas, como las que desembocaron en el paro. En esta instancia se tomará en cuenta la opinión de las confederaciones o de los consejos directivos superiores, que están en contacto con las bases.
En tal caso, deberán resolver cómo actuar ante una postura oficial hasta aquí refractaria a reconocer la representatividad de la Comisión.
En la vereda oficial han privilegiado el diálogo por otros carriles, lo que ha generado ruidos y movimientos en el interior de las estructuras rurales.
El heterogéneo y poderoso sistema cooperativo procura administrar la división de aguas que se propone desde el Gobierno para disgregar al bloque. Un síntoma es el pedido de afiliación que hizo la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) a la Confederación General Económica, presidida por el cordobés Ider Peretti, allegado al secretario Guillermo Moreno.
La embestida oficial para bajar a Coninagro de la Mesa de Enlace no es el único flanco. La Federación Agraria tiene lo suyo desde hace tiempo, después que en 2011 la Federación de Cooperativas Federadas desplazó de su conducción a Eduardo Buzzi y abrió sus propios canales con la administración kirchnerista.
En la cúpula rural se evalúa que la Mesa de Enlace debe mantenerse, en razón de que cuenta con suficiente aval social y credibilidad, dentro y fuera del sector. Y que los problemas del país no se resuelven con “fotos, mentiras o presiones”, sino enfrentar la inflación, la suba de costos internos, la enorme presión fiscal y la minada competitividad.