"Con los derechos de exportación no hay que tomar una actitud dogmática "
A un mes de su asunción, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Jorge Solmi, definió algunas de las líneas de trabajo que buscará imprimir a su gestión.
A un mes de su asunción, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Jorge Solmi, definió algunas de las líneas de trabajo que buscará imprimir a su gestión. Oriundo de Pergamino, ex vicepresidente de Federación Agraria Argentina (FAA) y con un paso como diputado por la Legislatura bonaerense, entre sus prioridades figuran el contacto directo con los protagonistas del campo, no dogmatizar los derechos de exportación y estar atento a los cambios que se registran en el mundo a la hora de comercializar la producción granaria.
En pleno año electoral, el funcionario remarcó que el Estado debe aportar ideas cuando se generan tensiones en la cadena agroindustrial y acepta la convivencia con "productores politizados".
Mientras el clima empieza a definir la cosecha gruesa, con la incertidumbre de cuánto golpeará la seca, remarcó que más allá de protestas puntuales del campo, los productores apuestan por su trabajo y esperan que el Estado acompañe con estímulos para el sector.
¿Cómo empezó la relación con la Mesa de Enlace y con el Consejo Agroindustrial Argentino?
En los primeros días en funciones, hemos tenido reuniones virtuales con distintas organizaciones, entre ellos los cuatro presidentes de las entidades del agro, con los que tenemos una buena relación. Estamos en contacto con todos los actores de la cadena, no solo de agricultura sino también de ganadería y pesca, como para generar fluidez en lo que será el desempeño más extenso en las actividades de la secretaría. Lo mismo con el Consejo Agroindustrial Argentino, tenemos una muy buena relación.
¿En qué postura se ubica frente a las retenciones?
No hay que tomar una actitud dogmática con los derechos de exportación. En este sentido, repito la visión que tenía incluso antes de asumir como funcionario público. Hemos tenido en Argentina épocas en donde este impuesto no existía, había 13,5 millones de hectáreas hipotecadas y estaban las madres y mujeres en lucha parando los remates de los campos. Creo que la situación tiene que ver con un cuadro fiscal, mirado desde un punto de vista integral, por un lado, y que tiene que ver con los precios relativos, por el otro. Con respecto a las compensaciones para los pequeños productores de soja, en los próximos días se terminará de pagar el segundo tramo que quedaba para las ventas posteriores a septiembre.
En este contexto, ¿cómo ve a los productores?
Hay bienes que necesitamos los productores y hoy cuestan menos kilos que en muchos momentos de nuestra historia. Eso es lo que realmente nos interesa: con lo que producimos, ¿qué capacidad de capitalizarnos tenemos, de invertir y mejorar nuestra producción? Esas son las situaciones que dan un proceso de acumulación y de capitalización.
Seguimos todavía con unas 8 millones de toneladas de soja sin vender, eso es un proceso de acumulación, que en buena hora está y eso será destinado a la inversión.
¿Hay tensiones con el abastecimiento de trigo para el mercado interno?
Cuando se generan tensiones, el Estado tiene que estar presente para tratar de que aflojen, como sucedió con el maíz. Estamos ante un fenómeno al que nos tenemos que habituar, porque ocurre en el mundo, que es que los exportadores toman posición con la cosecha prácticamente finalizada. Recién estamos en marzo y ya tenemos claramente las compras realizadas por los exportadores y el consumo interno.
En este sentido, estimamos que no hay conflictos a la vista o nuevas tensiones. Los productores están tomando decisiones, y está muy bien que así sea ya que es el pico estacional de la fijación de precios. Todos estos cambios de temporalidad en los mercados son dinámicos, y no solo se dan en nuestro país, se vienen acelerando en distintos lugares del mundo.
¿Los productores utilizan las herramientas que brindan los mercados a futuro?
Tradicionalmente, el productor que envía al consumo interno, sobre todo a molinería, manda a fijar y hoy Matba-Rofex permite contar con herramientas para asegurar precios. Tenemos que habituarnos, el mundo cambia permanentemente en materia de comercialización, y acá es una de las canchas en donde se juega el Grand Slam en términos de comercialización.
Nuestra línea de trabajo, que hemos hablado con cooperativas y acopios, es que ellos puedan dar capilaridad a esto para que cada productor, independientemente de su tamaño y lugar de origen, acceda a este tipo de mecanismos.
¿Qué perspectivas manejan para la cosecha gruesa y el inicio de la nueva campaña fina?
En el norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe hay lotes complicados de maíz y de soja de segunda, mientras que la de primera está terminando de llenar los granos y le vendría bien otra lluvia.
Lamentablemente, no será lo que pensamos al inicio, habrá alguna caída del tonelaje de la gruesa.Respecto de la fina, están todas las condiciones para la siembra, trabajamos con todos los integrantes de la cadena para aportar al crecimiento de la superficie y a la producción, con inversiones e insumos como semillas fiscalizadas y fertilizantes. El Banco Provincia presentó créditos a 270 días. Estamos trabajando fuerte en esto y, si el clima acompaña, tendremos una cosecha para recordar.
En un año electoral, ¿hay temor por nuevas tensiones entre el agro y el Gobierno?
En el campo, como en la sociedad, hay quienes gritan mucho, pero la mayoría de los productores está trabajando, invierte, y lo que espera del sector público es que acompañe y que no se pare adelante sino que se ponga a la par. Tampoco nos obstruye que haya algunos productores politizados.
¿Existe la integración nacional entre industria y campo?
La complementariedad está dada, pero todavía nos falta agregado de valor en origen y desarrollo local, eso hay que fortalecerlo.
Exportamos muchos granos. En los últimos cuatro años se ha producido una reprimarización de la economía y eso tenemos que resolverlo. Brasil despegó cuando pretendió que sus exportaciones sean básicamente grano transformado en carne o en otros productos más consumibles. Nosotros tenemos que ir por ese camino y promover la industrialización.