ANÁLISIS

Un productor entrerriano necesita 1.087 kilos de soja de segunda por hectárea para cubrir costos

Así lo señaló un análisis de la Bolsa de Cereales provincial y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

 Un productor entrerriano necesita obtener un promedio de 1.087,5 kilos de soja de segunda por hectárea para hacer frente a los costos en la campaña 2020/21, de acuerdo con un análisis de la Bolsa de Cereales provincial y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Según el estudio, quien debe arrendar los campos deberá producir un promedio de 1.300 kilogramos por hectárea; y 875 kilos promedio si el terreno es propio.

Ambas entidades tomaron como referencia un precio esperado de US$ 290 por tonelada de soja, y segmentaron a la provincia en cuatro zonas: norte, sur, este y oeste.


Para la conversión de la moneda de dólar a peso, se consideró el valor del dólar futuro a mayo de 2021 (Rofex).

También tomaron un valor de cosecha de US$ 50; y un arrendamiento equivalente a ocho quintales de soja por hectárea por año para la zona sur y oeste; y de cinco quintales para la zona norte y este.

En la zona sur, el productor necesitará cosechar 890 kilogramos de soja sin arrendamiento y 1.410 con arrendamiento, para alcanzar un resultado positivo; mientras que en la zona norte deberá obtener 870 y 1.200 kilogramos, respectivamente.

En la zona oeste deberá cosechar 870 y 1.390 kilogramos por hectárea sin y con arrendamiento; en tanto que en el este de Entre Ríos tendrá que producir 870 y 1.390 kilogramos, respectivamente.

Al momento de realizar el cálculo final, el informe tuvo en cuenta el costo medio de labores e insumos, el margen bruto por unidad de superficie, el rendimiento de indiferencia y el retorno directo por peso gastado.

Los precios de los insumos (semillas, agroquímicos, fertilizantes) tomados para el cálculo del costo de implantación y protección del cultivo, fueron los vigentes en la segunda semana de noviembre pasado.

Además, se tomaron como costos los gastos de implantación y comercialización sin impuestos, y el asesoramiento técnico y gastos de la empresa.

Fuente; Télam