Ganadería

Brasil tiene un plan B

En lo que va del año el sector cárnico es la principal fuente de agrodivisas brasileñas. En segundo lugar quedó el complejo sojero

10 May 2013

Se rompió un paradigma: en lo que va del presente año la principal fuente brasileña de agrodivisas no es el complejo oleaginoso sino el sector cárnico.

En el primer trimestre de 2013 las exportaciones brasileñas de carnes bovina, aviar y porcina generaron divisas por 3891 millones de dólares versus 3659 millones aportados por el complejo sojero, según los últimos datos oficiales publicados por el Ministerio de Agricultura de Brasil.

En el mismo período de 2012 las exportaciones del complejo sojero brasileño habían sumado 4829 millones de dólares contra 3612 millones del sector cárnico.

La dirigencia política brasileña en los últimos años aprovechó el crecimiento de las clases medias del mundo emergente para promover las exportaciones de proteínas animales.

En 2006 –año en el cual el gobierno kirchnerista cerró por primera vez la exportación de carne vacuna– las generación de divisas del sector bovino brasileño era de 3923 millones de dólares. En 2012 esa cifra había subido a 5744 millones. Y en los tres primeros meses de 2013 fue de 1459 millones de dólares.

Por su parte, en 2012 las exportaciones del complejo avícola brasileño generaron divisas por7211 millones de dólares (una suma 125% superior a la del año 2006). Y en el primer trimestre de 2013 ese sector generó 1809 millones de dólares.

Buena parte de los dólares que necesita actualmente el gobierno argentino para pagar los costos crecientes de las importaciones energéticas estarían disponibles en caso de no haber intervenido al sector cárnico (se estima que este año las compras de combustibles, gas natural y energía eléctrica consumirán alrededor de 12.000 millones de dólares versus unos 8500 millones en 2012).

En el año 2012 el complejo cárnico bovino argentino generó divisas por apenas 1283 millones de dólares versus 1501 millones en 2011, según datos oficiales publicados esta semana.

El desarme del sector exportador cárnico argentino, además de perjudicar a otras industrias asociadas (cuero, marroquinería, sebo, etcétera), dañó la imagen internacional de uno de los productos locales más emblemáticos.

Por otra parte, a pesar de contar con precios subsidiados de los granos, en los últimos diez años las autoridades argentinas no fueron capaces de promover la creación de sectores cárnicos alternativos que sean competitivos (la industria porcina local no puede ni siquiera abastecer al mercado interno, mientras que las exportaciones de carne avícola, si bien vienen creciendo, se destinan en su mayor parte al mercado venezolano en el marco de acuerdos bilaterales gestionados entre funcionarios de ambas naciones).