FARER aseguró que "las quemas no son ganaderas" y tildó a Cabandié de "irresponsable"
La Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos se defendió de las acusaciones hechas por el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié.
La Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) se defendió de las acusaciones hechas por el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, quien los responsabilizó por los incendios en las islas del delta de Paraná. Afirmó que no existe un plan eficiente del manejo del fuego, ni se ha efectuado una movilización de equipos y recursos acorde a las circunstancias.
"Afirmar que son los productores agropecuarios los que han iniciado el fuego a los efectos de mejorar las pasturas, es una aseveración temeraria que marca la ignorancia y la mala intención de quien la pronuncia, ya que no estamos en presencia de quema de pastizales sino de incendios de esteros, donde arde la turba producto de una gran bajante de los ríos, con una sequía que tiene similitudes con la de 2008", señala la entidad.
"La gran masa de materia orgánica queda encendida aún después de ser apagada en la superficie y puede iniciar fuegos a cientos de metros e incluso kilómetros desde el foco ígneo de origen", indica FARER aunque sostiene que "cada incendio tiene su comienzo y el mismo puede darse por acciones imprudentes de lugareños, pescadores, cazadores, entre otros factores". "Atribuir la responsabilidad a los productores es sólo combustible político que suena a deja vu".
El pedido de transformar la zona del Delta en una gran reserva natural sin actividad ganadera es otra de las afirmaciones que se hacen sin tener la menor idea de la situación de las islas, de su geografía, ni de su realidad. Pensar que una zona protegida es la solución para evitar incendios es una idea rayana con el desconocimiento y la irresponsabilidad porque al no haber ganadería, el pastizal sería aún mayor (la turba sería similar), por ende, los incendios mucho más difíciles de controlar. Entiéndase que, si no existieran los productores en las islas de Diamante, Victoria, Ibicuy y las Lechiguanas, la situación sería harto peor, con dichas zonas sumidas en el abandono, la desidia y llena de intrusos.
Por otro lado, la entidad señala que hoy no existe un plan eficiente del manejo del fuego, ni se ha efectuado una movilización de equipos y recursos acorde a las circunstancias. Pero las consecuencias de esa "anomia -que vienen siendo enormes- son compartidas". "El gobierno nacional se ha dedicado a mirar y ser juez de los hechos, siendo el máximo responsable de esta dilación de la situación. Las demoras y el inexistente accionar del área de Ambiente no pueden ser obviadas", señala el comunicado.
Las declaraciones del ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, en las que solicitó la detención de los dueños de los campos que sufrieron la acción del fuego, entre otras expresiones insólitas y carentes de sustento e impropias del cargo que representa, ameritan rechazo y generan preocupación.
"Que dicho funcionario no tenga ninguna formación técnica, profesional o política para la cartera que maneja no resulta un atenuante sino todo lo contrario. Y no quedan dudas que esas temerarias e irresponsables declaraciones sólo confunden y son parte de un ataque sistemático y engañoso de los sectores de siempre contra el campo argentino"., concluye.