Por la pandemia, la pérdida de divisas se estima en U$S 3 mil millones
Con la expansión del virus y tras la caída del precio de la soja, el ingreso de divisas se vió afectado, aunque habrá un incremento de la demanda internacional de granos.
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales, aseguró que habrá un incremento de demanda internacional de granos que el país "debe aprovechar", sin embargo, con la expansión del virus COVID-19, y tras la caída del precio de la soja, el ingreso de divisas se ha visto fuertemente afectado.
"En primer lugar, porque no podemos controlar los precios internacionales. Si bien tenemos una posición fuerte en muchos productos, la verdad es que no somos fijadores de precios, sino tomadores", explicó el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-Cec), Gustavo Idígoras, en entrevista con Télam.
El brote mundial del coronavirus "afectó primero al precio de la soja, porque se suponía que iba a haber una prolongación de la crisis sanitaria en China durante todo el año. El precio pasó de US$ 360 a US$ 305", expresó Idígoras, y aclaró: "Esa caída representa para Argentina alrededor de US$ 3.000 millones al año de pérdida de precio, de ingresos de divisas".
Sin embargo, "tenemos una expectativa positiva del sudeste asiático que podría generar cierta sostenibilidad de precios y una buena demanda", indicó el presidente de Ciara-Cec.
"Lo que estamos viendo en el corto plazo es un crecimiento de demanda, particularmente vinculado al sobrestock de muchos países", agregó en referencia a la demanda de maíz y de harina de soja, situación que Argentina debe aprovechar.
Entre los factores que influyó en la baja de la entrada de divisas al país, Idígoras destacó la ralentización logística que hubo en marzo. "Hay un proceso más lento en la carga que tiene que ver con las medidas preventivas y con la reducción de personal en los distintos puertos y demoras en el arribo de los camiones", explicó.
En este marco, comentó que hay plantas y puertos con demoras de más de diez días, debido a problemas en la documentación de exportación. "La Aduana tiene menos personal, por lo tanto actúa más lento. Senasa también. Los bancos están cerrados, por lo que la documentación se hace caso a caso y de manera muy lenta. Además, la Cámara de Comercio decidió cerrar y no tenemos certificados de origen", confirmó.
Fuente: El Litoral de Santa Fe