Determinan cuánto conserva Argentina sus áreas naturales
Según el mismo, nuestro país, con un 2,3% de sus regiones ecológicas preservado, no llegará a cumplir las metas de conservación comprometidas para el año 2020.
En América del Sur, la expansión veloz de la agricultura y el crecimiento de las ciudades requieren de acciones urgentes para cuidar la naturaleza. Si bien el 7,1% de la superficie de esta parte de América está preservado dentro de áreas protegidas (AP), se sabe poco acerca de cuánto protege cada país, qué ecosistemas están incluidos en las AP y cuáles no. Esta inquietud llevó a los científicos a profundizar en el tema no sólo a escala continental, sino también en el estado puntual de la conservación en nuestro país.
Un estudio publicado en la revista PeerJ por profesionales del Conicet, de la Universidad de San Luis y de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) encontró que la proporción de áreas protegidas varía mucho entre los países sudamericanos, con la Argentina ubicada entre los tres que menos naturaleza conservan.
Si se analiza el conjunto de AP, incluyendo a las que permiten algún uso económico como la ganadería (categorías I a VI), la Argentina pasa a tener un 8.8% de su territorio conservado. Sin embargo, comparativamente es un valor muy bajo, ya que en ese ranking ocupamos el penúltimo puesto, arriba de Uruguay, afirma Germán Baldi, docente de la Especialización en Teledetección y GIS en la Escuela para Graduados de la FAUBA,
Por otra parte, Baldi resaltó que además de conocer la extensión que protege cada país, también es fundamental saber cuán equitativa es la distribución de las AP a lo largo de las distintas condiciones naturales, o ecorregiones. La extensión protegida y la mencionada equitatividad son las dos dimensiones más importantes de lo que se llama representatividad.
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"La equitatividad es una medida que nos permite ver los desbalances. Chile, por ejemplo, tiene mucha superficie protegida, pero está entre los más desbalanceados de Sudamérica porque la mayoría de sus AP está en los bosques subantárticos".
El especialista intentó comprender cuáles eran las motivaciones que impulsan a cada país a tener áreas protegidas. En el caso de la Argentina, las dos causas más importantes para establecer un AP son la densidad poblacional -donde hay población no hay áreas protegidas- y la distancia a las fronteras.
"La Argentina tiene casi todas sus áreas protegidas en áreas de frontera, lo cual habla más de intereses geopolíticos estratégicos a nivel nacional, como marcar límites o estar presentes en esos territorios, que de proteger una especie animal o vegetal".
Para concluir el experto sostuvo que "las tendencias mostraron que los países sudamericanos no están necesariamente fortaleciendo la representatividad. Creemos que este balance entre las regiones ecológicas protegidas y no protegidas sólo va a resultar favorecido si marcha de la mano con intereses económicos basados en la provisión de bienes y servicios, incluyendo el turismo. Nuestro desafío, ahora, es analizar esto a escala global".
Fuente: Sobre la Tierra