“Nunca hubo una máquina mejorando caminos”
El presidente de la S R La Plata se refirió a las responsabilidad del Gobierno nacional ante la tragedia fluvial y que la mejora de los caminos rurales es un tema pendiente
Duras fueron las calificaciones que entregó el Presidente de la Sociedad Rural de La Plata, Gabriel Mansilla, contra el Gobierno nacional y el municipio de La Plata, ante la actitud tomada antes, durante y después del paso de la fatídica tormenta que dejo un saldo de 51 personas fallecidas.
“Los que somos oriundos de La Plata nunca habíamos visto algo así. En las zonas rurales hubo una gran cantidad de agua que pasó de golpe, y esa agua se está escurriendo al río de La Plata. Eso generó la inundación en el partido de Berisso. El agua escurre rápidamente, así como también se vio en el casco urbano”.
Y es que según Mansilla, esa ciudad no está preparada para recibir 300m.m., 400m.m., “sabemos que ni para 100m.m. de agua, porque no hay obras hidráulicas importantes. Y la gente no busca subsidios, ni créditos. Sino que quiere mejores obras hidráulicas”.
Para el 2005, el entonces intendente de La Plata Julio Alak, licitó por 4 millones de pesos la ampliación de un “conducto aliviador” que corre por debajo de la avenida 19, prometiendo un “estudio de la cuenca del arroyo El Gato, realizado por la Universidad de La Plata”. Para estos efectos, ganó el concurso la empresa Coninsa SA, que en octubre de 2005 comenzó las excavaciones.
Antes de que Pablo Bruera asumiera como intendente de La Plata el 10 de diciembre del 2007, inauguró el conducto, pero sin haberlo terminado. Ya el 28 de febrero de 2008, Bruera debió enfrentar otra inundación con los mismos afectados. El 28 de agosto de ese mismo año, desde los barrios castigados, se organizó una marcha para reclamar las obras del Plan Maestro Hidráulico. Hasta la fecha, los vecinos del Gran La Plata siguieron padeciendo los desbordes, que a veces afectaron a otras zonas, como ocurrió con Berisso en marzo 2010 y hasta la que ocurrió los primeros días de abril de este año.
“La inundación fatídica sobrepasó cualquier expectativa de la gente y por eso no estaban preparados. Mientras llovía intensamente, pensaban que en algún momento la tormenta se iba a detener. Y el riesgo de salir caminando por 1,50 o 1,60 metros de agua, sin saber qué se va pisando, hizo que muchos no salieran de sus casas”, razonó.
Reflexionando acerca de los perjuicios para las zonas rurales, Mansilla indicó que en La Plata el municipio recibe dinero proveniente del Fondo Federal de la Soja y no los destina a mejorar la infraestructura rural. “Estamos pidiendo desde hace más de 5 años el mantenimiento de los caminos rurales, - trabajo que realizan los mismos vecinos -. Nunca hubo una máquina de la municipalidad mejorando un camino. Hay una vía de comunicación con Poblet que es por calle de tierra sobre el puente del arroyo El Tela. El agua se llevó el puente, puente que nunca tuvo un mantenimiento. Y ése es el reclamo que la Sociedad Rural está haciendo a la municipalidad: el mantenimiento de los caminos”.