Coca sí, yerba no
Moreno autoriza subas a Coca y se las niega a los yerbateros
Los representantes de varias empresas alimenticias, entre ellos los fabricantes de la gaseosa Coca Cola, salieron esta semana con una sonrisa del despacho de Guillermo Moreno: al menos de palabra, obtuvieron del secretario de Comercio el anhelado permiso para retocar los precios de algunos productos a pesar del congelamiento. Pero no sucedió lo mismo con las empresas que elaboran y venden yerba mate, la más popular infusión nacional. La curiosa situación pone en vilo a una economía regional de la que dependen 16.000 minifundistas.
A pocos días del inicio de la zafra yerbatera, la negativa de Moreno a que suban los precios de la yerba al consumidor cayó como un baldazo de agua fría en Misiones y Corrientes, las únicas provincias productoras. Allí, los diversos sectores que componen el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), creado por Ley en 2000, deben reunirse este miércoles para fijar el precio de la materia prima (la hoja verde) y el producto semi-industrial (la yerba canchada). Pero ya se anticipa un fracaso semejante al que hace un mes obligó a prorrogar la decisión, perjudicando a los pequeños productores. "En estas condiciones no hay ninguna posibilidad de acuerdo. Lo único que podemos hacer es ratificar los precios vigentes", señaló ayer a Clarín una fuente del sector industrial.
Directivo de Las Marías y Molinos Río habían acudido al despacho de Moreno con la esperanza de que les diera el aval para una corrección de los valores de la yerba al consumidor, al menos el 7% usual en los primeros meses del año. El antecedente a favor era que Moreno había autorizado un ajuste del 6% en la lista de precios de Coca Cola a partir de mayo. Pero el secretario contestó que "la yerba ya subió y está muy bien como está". Los dejó con las manos vacías.
La discusión remite obligadamente a 2012. Entones el titular de Comercio se opuso tenazmente a convalidar una suba de precios de la yerba, a pesar de que el INYM había fijado una mejoría sustancial de la materia prima en beneficio del productor (en los últimos dos años el precio oficial de la hoja verde pasó de 0,90 a 2,10 pesos por kilo, precio vigente hasta el 31 de marzo). La situación degeneró en maniobras especulativas: comenzó a faltar yerba y los precios se dispararon.
También en una crisis política con el gobernador kirchnerista Maurice Closs, que debió ser zanjada por la Casa Rosada. Finalmente Moreno cedió y la yerba se ubicó entre 18 y 24 pesos por kilo.
Ahora los productores reclaman un precio de 2,70 pesos por kilo de hoja, pero la industria dicen que será imposible si antes no se libera el precio al consumidor. Pretenden llevarlo a 30 pesos por kilo, la plata necesaria para comprar dos botellas de la más popular gaseosa.
Matías Longoni