La Revolución Agtech, un nuevo paradigma en la producción argentina
Nuevas tecnologías aplicadas a la producción están gestando otra forma de hacer agricultura. Sin embargo, el futuro plantea más y nuevos desafíos.
Una nueva revolución está en ciernes. Se trata de la adopción de nuevas tecnologías digitales aplicadas a los procesos de producción agropecuaria. El impacto de esta expansión tiene las dimensiones de una Cuarta Revolución Industrial. A esta altura, no hay vuelta atrás.
La "Revolución 4.0" está generando una transformación profunda sobre los modelos productivos y los hábitos de consumo.
"Lo que se vislumbra a partir de esta revolución es un fenómeno que excede lo sectorial. Y que se presenta como una instancia de transformación tan fenomenal y mayor al impacto de la primera revolución industrial e inclusive de las subsiguientes", destaca el doctor Carlos Vidal, secretario de la Fundación CEDEF, en diálogo con Revista Chacra.
Sin embargo, son tiempos transicionales para la llegada de esta ola digital. Para esto, Vidal aclara: "El lógico que se generen inquietudes sobre sus alcances e impactos. Pero lo peor que nos puede suceder es negar las innovaciones que ya están, o las que se avecinan, y, en este sentido, confiamos en la capacidad de visión y adaptabilidad de nuestros productores y empresarios".
El técnico se apoya en una verdad insoslayable, característica del aire que respira la producción argentina: el sector agroalimentario tiene cintura para adaptarse a grandes cambios tecnológicos, especialmente en los sectores más dinámicos, como la agricultura.
¿De qué hablamos al decir nuevas tecnologías aplicadas? Prácticamente, se trata de otro lenguaje referido a Internet de las Cosas, datos abiertos, análisis de Big Data, computación en la nube, software de robótica, tecnologías de registro distribuido (conocidas como Blockchain), biometría e inteligencia artificial (ver cuadro), de acuerdo a un informe elaborado para el por la División de Conectividad, Mercados y Finanzas del Banco Interamericano de Desarrollo, y técnicos de Aacrea.
Este mundo de innovaciones que puede beneficiar al sector agroalimentario, no solo fue, es y será de tecnologías. Los cambios organizacionales y financieros de la producción agrícola también acompañan este proceso.
¿Qué necesita este nuevo paradigma? "La producción argentina tiene muchas fortalezas, pero debe estar acompañada de instrumentos que provean las políticas públicas activas para este nuevo contexto", agrega Vidal, teniendo en cuenta el impacto socioeconómico de esta Revolución 4.0.
¿Para qué sirven las nuevas tecnologías aplicadas? Para acceder a más y mejor información, como parte de una de las líneas de trabajo.
Gabriel Delgado, director del Centro de Investigación en Ciencias Políticas, Económicas y Sociales del INTA, detalla de qué se trata la línea futurista actual.
"Por primera vez, hay una cuestión distintiva en este conjunto de tecnologías disruptivas: hay muchas herramientas para hacer más de lo que venimos haciendo, es decir, captación de datos, su transmisión, integración y análisis, pero también hay otra gran línea de investigación a nivel global que se trata de producir alimentos sin tierra o proteína animal sintética o in vitro. Son dos caminos sobre los cuales Argentina está muy preparado para el primero, mientras que el segundo caso es un gran desafío para muchos países del mundo, incluyendo el nuestro, y suponiendo que estas tecnologías prosperen", opina.
El experto continua y manifiesta, de esta forma, la importancia de evaluar la penetración y adopción de distintas tecnologías competitivas.
"En mi opinión, de estos dos caminos no optaría por ninguno de ellos. Trabajarías sobre los dos. El sector agropecuario local tiene un camino natural para seguir especializándose en procesos de innovación y también para comenzar a analizar de qué manera se pueden aprovechar, e integrar, las nuevas formas de producción -sin tierra o carne in vitro-, sin dejar de aprovechar las oportunidades históricas de producción tradicional", dice el especialista.
Respecto a las oportunidades, y de menor a mayor, Vidal hace una acotación.
"Desde el punto de vista general, la mejor oportunidad es la posibilidad de desarrollar y consolidar un ecosistema virtuoso de emprendedurismo tecnológico que, de la mano de las nuevas generaciones de profesionales y técnicos, permita crear una amplia red de pequeñas y medianas empresas de base tecnológica con alto valor agregado", sostiene.
Sigue y refiere. "En lo sectorial, la oportunidad es el incremento de la eficiencia de gestión. Mientras que de manera global el desafío es marcar lineamientos de futuro".
Si hace algunos años la producción argentina se preguntaba sobre los futuros paradigmas, ya hay un "norte". Hay que saber recibirlo y adaptarlo a realidad local ya que los desafíos son múltiples a nivel económico, de gestión empresarial, de educación, capacitación y en el entorno científico tecnológico.
Otro punto decisivo radica en el marco regulatorio, teniendo en cuenta que el contexto que contiene a todas las nuevas tecnologías, por ahora, es el sector privado. Antes las políticas públicas respaldaban los procesos de transformación tecnológica. Hoy, incubadoras de proyectos, aceleradoras o fundaciones son los protagonistas institucionales, reseña el informe del BID.
Por otra parte, la Argentina está muy bien posicionada en materia de talentos, con un gran ecosistema, que lo ubica entre los primeros 50 países líderes. Sin embargo, está muy desfinanciada para los proyectos de innovación y, en términos de recursos económicos, el país está más allá de los cien primeros puestos. Lo cual genera una dicotomía entre las potencialidades humanas y económicas de difícil resolución en este momento.
"En los últimos años hubo algunas buenas decisiones tomadas por el Congreso Nacional en apoyo a los nuevos emprendedores, como la sanción de una ley específica y la incorporación del sistema de ?crowdfunding', que es un esquema que permite financiar emprendimientos. También el INTA y Conicet trabajan en estas líneas con financiamiento propio o a través de asociaciones estratégicas con empresas. De todas maneras, el actual contexto presupuestario genera alarmas respecto a continuar profundizando lineamientos estratégicos de trabajo en este sentido", concluye Vidal.
SILICON VALLEY FORUM
El 6 y 7 de noviembre, en Rosario, Santa Fe, productores agropecuarios, innovadores, startups, universidades, el Gobierno y expertos de la industria tendrán la oportunidad de conectarse con las experiencias de 16 oradores de Silicon Valley, quienes disertarán sobre cómo mejorar la adaptación del entorno local a las nuevas tecnologías y potenciar el mercado de innovación tecnológica regional.
El evento concentrará la avanzada mundial en tecnologías de eficiencia, como granjas automatizadas, robótica y drones, internet de las cosas, inteligencia artificial y Big Data.
También, se expondrán las líneas de investigación y desarrollo capaces de transformar los mercados hacia una verdadera revolución tecnológica en el futuro cercano, como la agricultura celular, el microbioma y la producción en entornos controlados.
La ministra de Producción santafesina, Alicia Ciciliani, aseguró que, "la tecnología y la innovación van a hacer a la producción una práctica sustentable para la humanidad y para el medio ambiente".
Además del espacio de conferencias, habrá un centro activo de participación local y regional para startups, donde los titulares de las firmas participantes tendrán la posibilidad de acceder a entrevistas, presentaciones y vínculo directo con referentes internacionales de la materia y potenciales clientes.