Un plan de inversión a cinco años que requiere garantías
Azúcar orgánica, alcoholes y ganadería en feed lot, los objetivos
Jorge Ferro, Diego Ruiz y José Coronel informaron ayer a El Tribuno que consideran que el ingenio San Isidro, la industria más antigua del país, tiene todas las condiciones para avanzar en la producción de azúcar orgánica, que es un producto de excelente calidad y de enorme demanda en el exterior, para las que las instalaciones y la producción cañera local ya están preparadas. "El azúcar orgánica San Isidro es usada por la empresa suiza Nam para su leche orgánica", dijo Ruiz.
El proyecto, a cinco años, incluye la ampliación de la superficie plantada de 3.500 a 5.000 hectáreas, a lo que se agregarán 500 hectáreas para cultivo de limón. Asimismo, aumentar la compra de materia prima a cañeros independientes. En el mismo proyecto se incluye profundizar la producción y comercialización de alcohol con destino a la industria de la perfumería. También la producción de maíz para elaborar bioetanol.
Con lo que queda de la molienda del maíz (burlanda), aprovecharlo como alimento de ganado. Por eso, en el resto de las 11 mil hectáreas, tienen previsto cría y engorde de ganado en feet lot. "El proyecto global es incorporar valor agregado en el departamento, generar en G emes el trabajo que sea económicamente viable y contribuir, de ese modo al desarrollo de Campo Santo", puntualizó Ferro.
En el protocolo de crisis que llevaron a Jorge Triaca, los empresarios peruanos señalaban -además del conflicto sindical- dificultades comerciales, por el precio internacional del producto, tributarias y de infraestructura de transporte. En los tres meses que llevó la negociación, el valor del dólar se duplicó y el Gobierno nacional estableció un impuesto de 10% a la exportación de azúcar (y de todos los otros productos). "El aumento de dólar nos beneficia y el impuesto nos saca el beneficio, pero creemos que una buena estrategia puede hacer funcionar a este como a los ingenios de otras provincias", agregó el empresario.
"Queremos hacer las cosas bien, para que a todos nos vaya bien", dijo Ferro. "Esta es una empresa nueva. Necesitamos garantías para que la inversión funcione y los beneficios lleguen a los trabajadores, al departamento y a la empresa".