Con el alimento más caro, ajusta la puntería
A diferencia del año pasado, cuando el maíz estaba barato, el engorde a corral muestra números más sensibles
Un factor a considerar, a la hora de estimar si estos precios del ganado se van a estancar, subir o bajar en los próximos meses, es la experiencia reciente.
En 2011, la suba estacional de precios de marzo se sostuvo durante todo el año, inclusive con pequeñas subas adicionales en el segundo semestre. Pero el año pasado, los buenos precios de la hacienda derivados del “efecto marzo” se sostuvieron sólo hasta junio, para caer luego entre un peso y un peso y medio por kilo hasta fin de año.
En 2012, a partir de junio-julio, comenzó a salir mucha hacienda gorda de los feedlots , los cuales habían encerrado mucha más hacienda que el año anterior.
Este año, con una zafra de terneros muy similar al año pasado, puede estimarse que el feedlot volverá a encerrar un volumen de ganado parecido al año pasado; quizás algo inferior por la suba en el costo del alimento. Pero de todos modos deberá esperarse para mediados de año un aumento significativo en la oferta de ganado liviano.
Si la escasez de este tipo de ganado es lo que está produciendo hoy la suba, debe tomarse seriamente en cuenta que esa carencia tenderá a desaparecer a partir de junio-julio, y que se convertirá en abundancia en los meses posteriores.
Con pie de plomo. Hasta hace poco tiempo, el feedlot compraba invernada en plena zafra con toda liberalidad; muchos operaban y compraban invernada a cuenta de las subas que iba a tener el ganado gordo liviano en el segundo semestre.
Después del golpazo del año pasado, cuando los precios del ternero y del novillito gordo no sólo no subieron sino que retrocedieron fuertemente en términos nominales, ocasionando importantes pérdidas, de entre 300 a 500 pesos por animal vendido gordo en primavera, los engordadores a corral este año se muestran muy cautelosos.
Hoy la foto de la rentabilidad, con los precios actuales del gordo, de la invernada y del maíz, da bien pero muy ajustada. No son pocos los que piensan que la única manera de cubrirse de eventuales bajas en el precio del gordo en el segundo semestre, como sucedió el año pasado, es pagando la invernada no más de 11,50-11,70 pesos por kilo (ternero macho de entre 180a 200 kilos).
Confían en que con la aparición del grueso de la zafra, entre fines de marzo y abril, y con una actitud generalizada de prudencia entre los compradores, y siendo el feedlot el 75-80% de la demanda, los lotes sin vender tenderán a acumularse y los precios de la invernada a ceder.
Un feedlotero nos dice: “El año pasado, con el maíz muy barato, cualquiera encerraba y cualquiera pagaba en las ferias un valor por el ternero que nos sacaba del negocio a nosotros, que tenemos conciencia de nuestros costos y que no tenemos el maíz a bajo precio en chacra, como tienen muchos productores. Este año, con el maíz cerca de los 1000 pesos por tonelada, encerramos los feedlots más profesionales. Nos veremos más liberados de la competencia en la compra de la invernada y en la venta del gordo por parte de los engordadores caseros, que aparecen por miles cuando el maíz está barato”, reconoció.