Producción

El INTA sale con tres nuevas variedades de algodón

Concurrida presentación en Sáenz Peña donde confluyeron todos los actores de la gran cadena. El Instituto generó a lo largo de su historia más de 20 variedades de semillas.

 El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), a través de su Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Sáenz Peña y las de Santiago del Estero, Las Breñas, El Colorado, Colonia Benítez, Reconquista y Quimilí, realizaron un trabajo arduo y de forma articulada para la inscripción de la primera variedad a partir de cruzamientos en el país llamada SP Toba.

Mauricio Tcach, especialista en algodón del INTA Sáenz Peña, contó sobre los tres nuevos materiales transgénicos, los que buscan cubrir un segmento de demanda de los productores enfocadas a los ciclos intermedios.

El INTA Sáenz Peña tiene un programa algodonero que va a cumplir 70 años, generando a lo largo de su historia más de 20 variedades

?Cuentan con un gran diferencial en calidad de la fibra, adaptación a diversas condiciones, elevada plasticidad fenotípica y resistencia a enfermedades como bacteriosis y enfermedad Azul?, destacó el profesional.

70 años

El INTA Sáenz Peña tiene un programa que va a cumplir 70 años. Es más antiguo a la creación del INTA. A partir de los años '60 este organismo comienza a tomar rienda de las diversas investigaciones que anteriormente realizaba el Ministerio de Agricultura. Desde entonces se comenzó a inscribir la primera variedad de algodón, a partir de cruzamientos en el país. Así, el INTA generó a lo largo de su historia más de 20 variedades.

Nuevos materiales

Hoy el INTA se renueva y sigue apostando al algodón y a los productores con una tecnología de mayor impacto. Son tres los nuevos materiales transgénicos utilizados, quedando las variedades anteriores a éstas, en el estante de lo convencional debido a la no intervención de eventos biotecnológicos y, en contraposición a estas tres nuevas variedades de algodón que hoy pujan por darle una victoria a una de las siembras más importantes que ha caracterizado, durante años al Chaco.

Innovación y beneficios

Como resultante se destaca el aumento de la longitud y resistencia de la fibra, adaptación a diversas condiciones, elevada plasticidad fenotípica y resistencia a las principales enfermedades de incidencia económica como bacteriosis y enfermedad azul.

Por otro lado, se prevé que esta variedad cubra los ciclos intermedios que son, a su vez, una demanda de los productores. En la actualidad la oferta de variedades transgénicas está enfocada en ciclos o muy cortos o, muy largos dejando acéfalo las variedades de ciclos intermedios. Estas tres variedades responden a un ciclo intermedio mucho más adaptado para la región.

Las variedades serán bautizadas con nombres autóctonos: Guazuncho 4 INTA BGRR, Porá 3 INTA BGRR y Guaraní INTA BGRR. Las mismas se diferenciarán del resto por su porcentaje tanto de fibra como de calidad y sanidad premium. Pero lo más importante a destacar en dichos materiales es su resistencia a la bacteriosis y la enfermedad azul que a su vez, completa la última fase de inscripción de estas variedades. Es decir que esta característica inmune es condición necesaria para su inscripción.

La jornada de ayer

Mauricio Tcach, especialista en algodón del INTA Sáenz Peña, contó sobre los tres nuevos materiales transgénicos.

Ayer, 8 de mayo, en el INTA Sáenz Peña se realizó una jornada bajo el lema ?Nueva genética algodonera, de Chaco al país?. Allí se presentaron estas variedades y se firmaron cartas de intenciones con Marfra S.A. y Don Panos para licenciamiento de genética.

Al respecto Mauricio Tcach comentó: ?Logramos una simbiosis muy importante en lo que hace a la interacción público-privada. Es decir, nosotros como desarrolladores de tecnología y las empresas difusoras de tecnología".

En esta línea agrega: "Cuando nos ponemos a trabajar juntos para conseguir una meta es bueno, creo que el beneficio que va a tener el productor en términos de más rendimiento de fibra, más calidad y lógicamente más sanidad, se va a traducir en base a los esfuerzos en conjunto?, concluyó.

La licencia de Gensus

Las tres variedades mencionadas serán licenciadas para su comercialización a la firma Gensus SA -empresa nacional enfocada en la venta de estos nuevos materiales-, lo cual es un antecedente de interacción público-privada que permitirá fortalecer el sector.

El paso siguiente es la etapa de difusión -previa a su comercialización- y también será encarada en conjunto con la empresa.

A su vez, se harán campañas multiplicadoras en San Luis para que en las siguientes campañas el productor ya disponga de las bolsas de las variedades en cuestión.

Así, el INTA vuelve al mundo algodonero con nuevas variedades transgénicas con el objetivo de aportar al desarrollo del cultivo en el país. Un trabajo de investigación silencioso, con un recurso humano invaluable, que hoy presenta sus frutos y resultados más que alentadores. Por eso la gran convocatoria de ayer: todos juntos por el cultivo.

Próximos avances

?Esta inscripción de tres materiales, después de muchos años, es el inicio de muchos otros avances?, detalla Mauricio Tcach.

Otro de los avances que se lanzarán por INTA es la tecnología de tolerancia a herbicidas de la familia de las imidazolinonas, tolerancia a distintos tipos de glifosfato.

En Argentina, dicha tolerancia está presente en trigo, girasol, maíz y, recientemente, en sorgo. Sin embargo, algunos países se muestran interesados y demandan dicha tecnología.

Las enfermedades

También, en referencia a lo que es sanidad foliar: ?En Argentina hay dos enfermedades foliares que están empezando a cobrar importancia son Mancha por alternaría y la Ramularia, son dos hongos que lo que hacen es bajar al área foliar', asegura el profesional del INTA. ?En este sentido ya tenemos algunos avances interesantes para incorporar resistencia a estas dos enfermedades de manera tal que vamos a poder mantener o mejorar aún más el peso de las capsulas y de los capullos y, por lo tanto, incrementar los rendimientos en estos materiales?, explica Mauricio Tcach.

Banco de germoplasma

Por otro lado, el INTA cuenta con un banco de germoplasma, rico en diversidad, más de 700 colecciones de distintos países. Se busca, en dichas colecciones, genes primitivos para poder adaptarlos y darle, de esta manera, un plus al material.