Agroindustria

Durazno para industria: para el IDR este año la rentabilidad mejorará

El organismo estimó una ganancia positiva del 12% para 2018, aún resta cosechar el 50% de la producción.

 Después de una cosecha atípica y de bajo volumen en 2017, los productores mendocinos de durazno para industria esperan poder alcanzar en este 2018 una mayor rentabilidad en la comercialización de dicha fruta, de acuerdo a lospronósticos de producción y costo que hay para el presente año.

Traducido a números, el Instituto de Desarrollo Rural (IDR) vaticina que el sector tendrá un margen de rentabilidad positiva que alcanzará el 12%. Esto, a partir de que en 2017 el precio del durazno para industria de primera calidad osciló entre los $5,50 y $6,50, costo un 30% superior al que se está registrando en el corriente año. Además, está prevista una cosecha que superará las 140 mil toneladas, lo que significa un 56% más de fruta que el año pasado (con apenas 89 mil toneladas).

Sucede que la campaña de cosecha de 2017 fue atípica y de muy bajo volumen, principalmente marcada por las inclemencias climáticas. Y para 2018 se espera que el tiempo y el clima acompañen, lo que redundaría en una mayor cosecha y mejor calidad de la fruta de carozo en cuestión.

Si se vincula precio y producción, se puede observar que en 2017 el sector primario recibió ganancias por $538 millones. En 2018, repitiendo el mismo análisis, arroja un resultado de $588 millones de utilidades, es decir 9% más que el año pasado.

El costo de producción de un kilogramo de durazno para industria, para el modelo de 5 hectáreas ubicado en San Rafael, con un rendimiento promedio de 22.500 kg/ha, y con un 70% de producción de primera, da un costo operativo de $3,70/kg.

Si se toma en cuenta el precio promedio antes citado y el costo detallado, se espera que haya un margen de rentabilidad de 12% para el año vigente, según los cálculos del IDR. De esta manera, está a la vista que, con buenos rendimientos, este sector mantiene márgenes de rentabilidad más que importantes en la provincia, y proyecta un 2018 auspicioso y prometedor desde el punto de vista comercial.

Las operaciones registradas hasta el momento (habiéndose cosechado más del 50% del total) por el Sistema de Precios Pagados a Productor, indican los siguientes valores: promedio, $4,2/kg, con un máximo de $ 5,75/kg, y un mínimo de $3,5/kg. Este dato surge luego de 28 operaciones comerciales concretadas hasta el momento en toda la provincia.

En tanto, para la pulpa, el precio promedio da $2,51, con un máximo de $1,8/kg y $3/kg, resultado del registro de 10 operaciones comerciales.

Los tipos de durazno y sus calidades

En Mendoza, el principal destino del durazno para industria es la conserva en mitades comunes, producto para el que se destina el durazno de primera calidad. Se considera de calidad óptima la fruta que tiene el calibre adecuado, sin enfermedad alguna y el punto adecuado de cosecha.

Los duraznos que tienen estas características son los que se toman como parámetro para definir precios, por lo que terminan valorándose en más del doble del durazno denominado de descarte o para pulpa. Este destino, en promedio, implica un 60% promedio de la producción de Mendoza.

En tanto, hay un destino secundario del durazno para industria, que es el de la molienda para pulpa, donde se envía la fruta afectada por granizo, de poco tamaño, sobremadura o con defectos.

El por qué en la diferencia de precios

No existe al respecto diferencia en el precio pagado por el durazno, para una misma categoría, según el origen de la misma (o sea, que se paga por igual el durazno de primera para productores de durazno industria del Valle de Uco, de la zona Este y de la zona Sur de Mendoza).

La diferencia entre ambos oasis se da en el esquema productivo más representativo del promedio de los productores, ya que en el Valle de Uco predomina el productor de mayor superficie implantada con durazno para industria, propiedades más especializadas y con un manejo tecnológico superior, lo que finalmente arroja rendimientos promedios superiores.

En los oasis Sur y Este, en cambio, predominan los modelos productivos vinculados al minifundio, con productores más diversificados, con manejos tecnológicos tradicionales; lo que finalmente arroja rendimientos promedios inferiores.

Un mecanismo empleado para la comercialización, en el caso del oasis sur, es a través de la figura del "acopiador", intermediario entre productor e industria, que paga al primero un precio inferior al que recibe por la industria sin haber agregado valor al producto.

El Valle de Uco representa un número menor de productores, pero las dos terceras partes del total producido en Mendoza de duraznos para industria, corresponde a esta zona. Mientras que en los oasis Este y Sur (especialmente este último), se encuentra un gran número de productores que, por baja superficie y bajos rendimientos, representan solo la tercera parte del total del durazno para industria de la provincia.