Cosecha

A flujo constante

La alimentación constante de la cosechadora es uno de los principios básicos para lograr un mayor rinde por hora de trabajo

Capacidad de cosecha

Normalmente cuando se habla de capacidad de trabajo de una máquina agrícola, hablamos de ha/h, pero en el caso particular de las cosechadoras de granos resulta muy provechoso también hablar de Tn/h, ya que además de cubrir una determinada superficie, la cosechadora debe procesar cierta cantidad de material vegetal que va a depender de la realidad de cada cultivo y lote. Y aquí debemos pensar no solo los granos que terminan en la tolva sino también todo aquel material que entra por el embocador y luego regresa al campo, ya que éste también es procesado dentro de la cosechadora.

Entonces podemos diferenciar lo que es material granario del no grano. Surge entonces la conocida relación “paja/grano” específica para cada cultivo, y además variable según el lote y el año. De la cantidad total de material vegetal y de esta relación depende la velocidad de avance que tendrá la máquina y por tanto su capacidad de trabajo en ha/h.

No resulta beneficioso que entre por el embocador mayor cantidad de material que el límite que la cosechadora tiene para procesar.

La capacidad de cosecha en tn/h depende de las características propias de cada máquina, el sistema de trilla y sus dimensiones o características propias, la potencia del motor y la eficiencia del sistema de limpieza. En función de esta información y el ancho de corte del cabezal a colocar y su altura de corte se podrá definir la velocidad máxima de avance.

Cuando la velocidad es inferior al óptimo, está claro que la máquina pierde productividad; pero si se aumenta aquella más allá del óptimo, las pérdidas comenzarán a crecer en forma exponencial.

Reguladores automáticos

Suponiendo una velocidad de avance constante, el flujo de material grano y no grano dentro de la máquina es directamente proporcional al rendimiento del cultivo, es decir que si este último varía dentro de un lote, como sabemos que ocurre, el flujo tendrá la misma variabilidad. Estas variaciones implican alterar la velocidad de avance de modo que el flujo sea parejo, tarea realizada normalmente por todo operario experimentado. Y para ayudar a todos los operarios existen los Sistemas Automáticos Reguladores de Flujo.

Este tipo de equipamiento actúa de forma tal, que cuando disminuye el volumen de material, se aumenta automáticamente la velocidad de avance de la máquina, realizando el control inverso cuando este volumen aumenta (ver figura). Por ejemplo, uno de estos sistemas, comienza a reducir la velocidad de la cosechadora cuando el régimen del motor se reduce por debajo de 2170 r/min. Al mismo tiempo, siempre está la opción de adecuar la velocidad a que se mueve la cosechadora hasta alcanzar sus límites de capacidad (en el modo "Capacidad"), o bien fijar límites de pérdidas deseados (en el modo correspondiente) y al igual que en los demás sistemas el operador siempre puede limitar la velocidad máxima de avance.

Figura 1: Se esquematiza en esta figura la velocidad de avance que tendrá la máquina en cada sector del lote en función de la cantidad de material que existe, representada por el área bajo la curva en color rosado.

Los sistemas reguladores de flujo utilizan mucha información propia de la máquina a partir de diferentes sensores como la carga del motor, el sensor de rendimiento, sensor de carga en el cilindro de trilla, la información de pérdida de granos además de la misma velocidad de avance. En algunos casos también se mide la altura del material en el mismo ingreso, sobre la cadena del acarreador, y compara esta información con la carga del motor. Con ambos valores medidos en tiempo real puede reaccionar y modificar la velocidad de avance antes que la máquina se cargue de mucho material en el sistema industrial. Es decir que anticipa la reacción.

Calibración obligatoria

Está claro que sistemas electrónicos de esta categoría requieren de una calibración precisa. Se debe ocupar el tiempo necesario y seleccionar adecuadamente una zona del lote donde se tendrá el rendimiento promedio y asegurando el nivel de pérdidas máximo deseado. Luego de la calibración también se debe ajustar el máximo de velocidad permitido y los niveles de régimen de motor límites.

También está claro que el tiempo ocupado en esta tarea no es una pérdida sino una inversión para que las largas jornadas de trabajo para adelante sean de la calidad que se busca y con los niveles de pérdidas buscados.