Danza de números para la nueva campaña gruesa
Según datos oficiales el maíz quedaría a sólo dos millones de toneladas de la soja. El trigo, con leve caída tras el récord 2016/17.
El ministerio de Agroindustria de la Nación difundió sus estimaciones de producción de granos para la campaña 2017/18, recién comenzada, en las que volvió a sorprender por sus proyecciones para el maíz.
En el marco de la Jornada de Perspectivas Agrícolas organizada por el Gobierno en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el subsecretario de Agricultura, Luis Urriza, confirmó la previsión de siembra récord de maíz que se conoció hace dos semanas: casi nueve millones de hectáreas, contabilizando tanto grano con destino comercial como para uso forrajero o como biomasa.
En concreto, Urriza planteó un área de 8,9 millones de hectáreas totales de maíz, de las cuales 6,8 millones de hectáreas se venderían a la industria o la exportación; con un rinde estimado de 7,5 toneladas por hectárea, se alcanzaría otra vez la mejor cosecha de la historia: 51,1 millones de toneladas, batiendo el récord de 49,5 millones de la última campaña.
Esta previsión está lejos de la que hacen los privados: la Bolsa de Cereales de Buenos Aires prevé 5,5 millones de hectáreas de maíz; la de Rosario, 6,2 millones.
Soja
En cambio, la soja perdería espacio en los campos argentinos: para Agroindustria, la siembra caerá de 18 a 17 millones de hectáreas que, con un rinde de 3,1 toneladas, significaría una cosecha de 53,2 millones de toneladas, 3,2 por ciento inferior a los 55 millones del último ciclo.
Es decir, se daría un escenario insólito en la historia argentina: que el maíz esté al borde de empatarle a la soja en producción, con una diferencia entre ambos de apenas dos millones de toneladas.
Trigo
Por otro lado, la cosecha de trigo ya comenzó en el norte del país y, para Agroindustria, sufrirá una leve caída, de las 18,4 millones de toneladas récord de hace un año, a 18,2 millones.
Sobre 5,9 millones de hectáreas implantadas, de las cuales sólo se cosecharán 5,5 millones, se espera una merma del 1 por ciento en los rindes, que caerían hasta 3,3 toneladas por hectárea.