La ley de semillas, en la cuerda floja
Hay falta de consenso entre Industria y productores y se podría desistir de la ley.
15-06-17 El Gobierno sigue muy de cerca el debate que hace meses vienen llevando adelante la industria semillera y las entidades del agro por lograr un "mínimo" acuerdo que permita llegar a una nueva ley de simientes al Congreso. Sin embargo, por ahora no aparece.
Es por eso que el Ejecutivo cada vez más se inclina en trabajar en nuevas resoluciones que logren un mercado más acorde a las necesidades actuales.
La conocida falta de mayoría en el Parlamento es uno de los motivos por los cuales el Ejecutivo pidió a la cadena semillera que se lleve adelante un espacio de encuentro para acercar posiciones sobre qué se "quiere" hacer con la vieja ley 20.247 que data de 1973.
En las reuniones para determinar si se cobra o no por la semilla, si hay regalía extendida, si continúa el uso propio o se acota o si se le da un freno a los contratos privados, debaten la Asociación de la Industria Semillera (ASA), la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), Consorcios Regionales de Exportación (CREA), la Federación Agraria Argentina (FAA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Sociedad Rural Argentina (SRA) y Coninagro.
Lo cierto es que lo que pasa puertas adentro muestra que el tren no camina. "Hoy decidimos que todo se paga en la semilla, luego veremos si lo volvemos a usar", sostuvo una fuente, que resaltó: "Todo está en discusión constante y no hay nada definido".
Para los grandes productores, "falta mucho por hablar" y eso se lo hicieron saber la semana pasada al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, a quien "se le puso al tanto de los temas". La industria está algo más desesperanzada y le preocupan los altos costos que hoy no son retribuidos con el cobro de la patente.
Otros buscan cortarse solos. Lo que muestra que tampoco hay uniformidad.
El panorama lleva a que la Casa Rosada vea con buenos ojos lo que el Instituto Nacional de Semillas (Inase) viene realizando para controlar y sancionar a los productores que no declaren el origen de la semilla. "Se le dio el poder de policía que otras gestiones no hicieron y por eso entendemos que por el momento es el camino a seguir", revelaron las fuentes oficiales.
"Mientras que esperamos a ver qué surge entre campo e industria, el plan B es ajustar más el sistema con nuevas resoluciones que ya se están analizando y que podría empezar como prueba piloto en breve con otros cultivos", resaltaron.