Puro vigor verde
Pasto exprimido para purificar el cuerpo y aclarar la mente. Vitaminas, aminoácidos y enzimas por doquier, a los que se suman múltiples propiedades energizantes y curativas
La movida natural no se detiene, aunque aún tiene mucho camino por recorrer y una gran cantidad de gente a la que rescatar de prácticas nada amigables con la salud. Lejos de los cuestionables efectos de energizantes de impacto puntual y consecuencias dudosas, los vegetales señalan una y otra vez la forma adecuada de mejorar el bienestar físico e intelectual.
En este camino se inscribe este producto que es furor en el Primer Mundo, definido como jugo de pasto de trigo orgánico (wheatgrass). Sus cultores aseguran que la clave de su aceptación está en el poder de la clorofila, la sustancia que condensa el poder del sol. Y lo consideran un formidable energizante, capaz de desintoxicar las células del cuerpo y fortalecer el sistema inmunológico. Para quienes creemos en la fuerza de la naturaleza la idea tiene, al menos, bases lógicas.
Si bien la movida surgió en Estados Unidos, cuenta con desarrollo propio entre nosotros. Diego Almada y Mariano González, socios de Luzvida, son pioneros del tema en nuestro país, ya que en 2006 se transformaron en los primeros productores locales de wheatgrass. Hoy, después de la difusión del producto, de su degustación y posterior aceptación por la gente, el jugo de pasto se comercializa en decenas de bares de la ciudad de Buenos Aires, subido a una ola que privilegia el consumo de productos naturales por sobre todas las cosas.
A nuevo
“Luzvida Wheatgrass Argentina es el jugo de pasto de trigo orgánico cultivado a la luz solar, y está compuesto por un 70% de clorofila fresca y viva”, explica Almada con énfasis y absoluta convicción respecto de las bondades de esta sustancia. “La clorofila es el primer producto de la luz, contiene más energía lumínica que cualquier otra comida, y es la base de toda vida posible”, prosiguió nuestro entrevistado.
Para sus mentores, el jugo tiene propiedades antibacterianas y se puede usar tanto interna como externamente, siempre con un criterio sanador. “Este jugo de pasto de trigo orgánico está compuesto por más de 100 elementos que son ciertamente necesarios para el hombre. Al crecer en un sistema natural, absorbe 92 de los 102 minerales conocidos existentes en la tierra de cultivo. Cuenta asimismo con todas las vitaminas –A, B, C, D, E, K y betacaroteno–, es extremadamente rico en proteínas y contiene 17 aminoácidos”, detalló el socio de la firma.
De acuerdo con los datos que maneja, la clorofila líquida genera mayor cantidad de glóbulos rojos; entra en los tejidos, los reconstruye y los rejuvenece, lava los depósitos de drogas del cuerpo, neutraliza las toxinas y ayuda a purificar la sangre y el hígado. También mejora los problemas relacionados con el azúcar en sangre.
Los integrantes de Luzvida trazan una analogía respecto del poder rejuvenecedor del jugo de pasto de trigo que, dicen, actúa como un detergente en el cuerpo y se usa como un desodorante corporal interno, previene que el cabello se vuelva gris, mejora la digestión y reduce la presión sanguínea alta.
Además, el jugo de wheatgrass remueve metales pesados del cuerpo ya que contiene altos niveles de enzimas. Como un superalimento que se precie de tal, brinda a nuestro organismo más hierro que la espinaca, 11 veces más calcio que la leche, 5 veces más magnesio que la banana, 60 veces más vitamina C que la naranja, 45% más proteínas que la carne, y se asimila en 20 minutos.
Cómo obtenerlo
Estos emprendedores proponen tres formas de venta del producto:
◆En el primer caso, el pasto cosechado crece en el vivero y lo recogen el mismo día de la entrega, para que el estado y el contenido de nutrientes y enzimas sea realmente el óptimo. La presentación es en bolsas herméticas. El tiempo que puede estar en la heladera se extiende a 10 días.
◆ La segunda opción es la bandeja de pasto vivo, que se entrega en el séptimo día de crecimiento para aprovechar a tomar un shot diario de pura energía. Estas dos opciones requieren de una juguera especial para poder exprimir el material verde y obtener la clorofila de pasto de trigo. Cabe destacar que las jugueras comunes no sirven para este propósito; la juguera a presión es la única forma mecánica recomendada para la extracción de la clorofila.
◆La tercera alternativa es la barrita congelada, que se disuelve en agua o en jugo, y se debe tomar en el momento para aprovechar todas sus propiedades, pues aporta proteínas, hierro y vitaminas que el cuerpo naturalmente necesita.
Génesis
Ya en 1940 Hans Fischer obtuvo el Premio Nobel por sus estudios referidos a la clorofila, y más tarde Ann Wigmore aplicó estos conocimientos al wheatgrass. Consiguió curaciones extraordinarias y fundó el Hipocrates Health Institute, donde aún hoy en día la gente se interna y aprende un nuevo estilo de vida sobre la base del jugo de wheatgrass. Por su parte, Otto Warburg, también ganador del Nobel, descubrió que el cáncer se multiplicaba en ausencia del oxígeno, y una vez más Ann Wigmore aplicó estos conocimientos sabiendo que la clorofila contiene grandes cantidades de este elemento.
La hemoglobina humana y la clorofila son muy parecidas, y la diferencia principal consiste en que el núcleo de la hemoglobina es hierro y el de la clorofila es magnesio. En The American Journal of Surgery (1940), Cruskin Benjamin recomienda la clorofila por sus beneficios antisépticos. Otro trabajo destacado fue llevado a cabo por Charles Schnabel, quien determinó que 50 libras de wheatgrass equivalen a 350 libras de cualquier vegetal común en términos nutricionales. En especial es inmensamente superior en cuanto a su contenido de vitamina B12.
“A raíz de todo esto decidimos montar un vivero orgánico para producir wheatgrass en la Argentina, ya que ambos somos vegetarianos y siempre estuvimos ligados a la alimentación viva”, concluyó Diego. Los fundamentos tienen sentido, será cuestión de probar y evaluar los efectos. Desde luego, éste es además un nicho comercial que puede desarrollarse en otras zonas del país, en tanto se respeten los consejos de quienes ya han aceitado el proceso.
Natalia Marquiegui