Comercio Exterior

Trump pone en riesgo US$ 600 millones más de exportaciones a EE.UU.

La asunción del nuevo Presidente disminuyó las posibilidades de que Argentina se beneficie con un Sistema de Preferencias Arancelarias.

25 Ene 2017

El proceso de readmisión de Argentina al Sistema General de Preferencias Arancelarias de Estados Unidos acaba de terminar.

Se siguieron todos los pasos y la presentación final se realizó a contrarreloj en la jornada de ayer. Pero a pesar de las formalidades (que constaron de tres etapas), el Gobierno ya no tiene el mismo entusiasmo que cuando empezó el trámite en noviembre pasado.

Fuentes del Ministerio de Producción, encargado de llevar adelante la iniciativa, aseguran que ya no hay certezas de que finalmente llegue el anuncio final de la recuperación de los beneficios.

Barack Obama abrió las primeras puertas para que el país vuelva a ser parte del programa que otorga a un tratamiento arancelario preferencial y que puede beneficiar a 3.500 productos locales. Ahora, el tramo final depende de la firma del nuevo presidente Donald Trump. El mismo que suspendió hace unos días la entrada de los limones argentinos a tierras estadounidenses y que está cumpliendo al detalle sus promesas proteccionistas.

Los detalles La entrada del país al programa favorecería principalmente a las economías regionales, con exportaciones adicionales cercanas a US$ 600 millones. La mayoría de los productos que podrían aumentar sus envíos son agrícolas, con los vinos, el mosto y las frutas al tope de la lista. Antes de salir del SGP -en tiempos del Gobierno de Cristina Kirchener- los 10 productos del programa más exportados a Estados Unidos eran el vino, la carne bovina, las golosinas, el aceite de oliva, el litio, los cueros, la glicerina, metales preciosos, quesos y caseína.

La exclusión de Argentina al SGP estadounidense data de 2012, en un momento en el que la relación del Gobierno kirchnerista y la gestión de Obama no pasaba por su mejor momento. La decisión de Estados Unidos se tomó por el incumplimiento del país en el pago de dos fallos del CIADI del Banco Mundial, relacionadas con las compañías Azurix, a cargo del servicio de agua en la provincia de Buenos Aires y la eléctrica CMS, accionista de Trans portadora del Gas del Norte.

Según informaba en ese momento la gestión anterior, la suspensión sólo afectaba el envío de US$ 18 millones anuales. Los números de 2011 mostraban que en realidad el aprovechamiento del programa era muy bajo, en un contexto en el que las exportaciones totales decrecían: los exportadores locales sólo enviaban 571 productos sobre 3.451 potenciales envíos.

En contraposición a esta postura, el Gobierno de Mauricio Macri pretendía aprovechar al máximo el programa en una renovada relación con la política estadounidense.

Entre promesas de inversiones, apoyo financiero y activación del intercambio comercial, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, tomó la iniciativa para recuperar para Argentina los beneficios del SGP, con la anuencia de las autoridades de ese momento.

Los datos de la consultora DNI muestran que la relación comercial con EE.UU. es valiosa (allí van 7% de las exportaciones), pero es menor que hace unos años (fue 10% hace tres lustros). Los envíos totales suman por ahora cerca de US$ 4.500 millones anuales y la meta era conseguir envíos adicionales por US$600 millones. Esto con la perspectiva de incrementar esa cifra, teniendo en cuenta que no hay tope para el intercambio. Como referencia, el Gobierno tiene a Brasil, que logra exportar bajo estas preferencias cerca de US$ 1.500 millones anuales al codiciado mercado del norte. Una oportunidad que ahora parece difícil de alcanzar.

¿Qué es el SGP?

El Sistema General de Preferencias Arancelarias es un programa que nació en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Nueva Delhi, 1968) y que tuvo como principal objetivo que las naciones más industrializadas promovieran las exportaciones de los países menos desarrollados. Actualmente trece naciones tienen vigentes esquemas SGP. Argentina participa de los beneficios de reducción de aranceles de Australia, Bielorrusia, Canadá, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Turquía, Rusia y Suiza. Y está excluida de las preferencias de Bulgaria, Estonia, Unión Europea, y Estados Unidos.