Atrás de la fina
La sembradora de soja de segunda va, casi casi, enganchada a la cosechadora del antecesor. El tiempo corre y cada día de atraso implica menos kilos a cosecha. Esto no justifica trastabillar el primer paso
Durante la implantación de todo cultivo se establece el techo de rendimiento. Después de este momento es imposible aumentar el potencial de rendimiento. Y por esto vale el esfuerzo de tomar algunos recaudos. Por lo tanto es importante que empecemos a pensar en la siembra de este cultivo desde el momento en que tomamos la decisión de cosechar el antecesor.
El amigo rastrojo
El rastrojo es un gran aliado en la conservación del recurso suelo en su conjunto, no es intención entrar en detalle de estos beneficios. Pero a la hora de sembrar puede interferir durante la tarea si la sembradora no está adecuadamente puesta a punto. Recordemos que la cosecha acaba de ocurrir y no hubo tiempo para la mas mínima descomposición.
El estado en que queda el rastrojo puede a interferir en la posterior siembra. La tendencia es hacia volúmenes de rastrojo crecientes, y una gran cantidad de rastrojo en superficie interfiere en el comportamiento del tren de distribución y por lo tanto el establecimiento posterior del cultivo. Se reduce la relación entre la cantidad de semillas y la población de plantas logradas por hectárea. Si esto no lo compensamos con mayor densidad de siembra, se generan diferencias de rendimiento a cosecha. Pero aumentar la densidad de siembra implica un mayor costo de la implantación, además de irregularidades en la distribución de plantas a lo largo del lote.
Es muy beneficioso para el establecimiento del cultivo de soja, que las cañas permanezcan ancladas al suelo y en posición vertical. Esto se logra fácilmente con el cabezal Stripper realizando una buena regulación del mismo tanto de la altura de la barra de corte como de la posición y velocidad de giro del molinete, pero claro, no hay muchos de estos en el mercado.
Cuando el rastrojo es muy abundante el uso de la rastra de discos liviana, y pasada superficialmente cumple una segunda función que es cortar el rastrojo en tamaños chicos, que interfieren mucho menos con la emergencia de plántulas, ya que además queda parcialmente incorporado al suelo.
Distancia entre hileras
La tendencia al acortamiento de la distancia entre hileras, es en el cultivo de soja de segunda, aún mas importante dada la necesidad de lograr un rápido cierre del cultivo para evitar el establecimiento y desarrollo de malezas. Además es factible por el uso de cultivares de ciclo más corto que presentan menos riesgo de enfermedades y vuelco.
Este acortamiento implica acercar los cuerpos, pero no en todas las máquinas es posible de realizar. Si los cuerpos están todos en un mismo plano, acercar los dosificadores de placa horizontal no siempre es posible porque se tocan ente sí. Al mismo tiempo, la “circulación del rastrojo a través de la máquina” podría generar atoraduras, recordemos que dijimos estos son cada vez mas abundantes.
Alta humedad
Este año las condiciones de siembra para soja de segunda muestran que enfrentaremos suelos con alta humedad. En estas condiciones resulta muy beneficioso el uso de flejes laterales a la cuchilla labrasurco que evitan la salida de tierra fuera de la franja labrada y al mismo tiempo hacen una limpieza de la cuchilla y colaboran con el corte del rastrojo, ya que lo aprietan contra el suelo en el momento del corte. Cuanto más arcilloso sea el suelo, su efecto será más marcado y su uso mas importante