Economía

Para los tambos, fue el peor año desde la crisis de 2001

De cada 100 pesos invertidos, perdieron entre 6 y 7, de acuerdo al Ieral de Fundación Mediterránea. Sin subsidios, habrían cerrado su peor ejercicio de la historia.

22 Dic 2016

El Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) elaboró el Monitor Agro de Córdoba N° 10 que publica de manera conjunta con el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba.

En este caso, el monitor analiza la rentabilidad lograda por los tambos en la campaña 2015/16 y los resultados son durísimos: fue el peor ejercicio desde la crisis de 2001 y sólo se salvó de ser el peor de la historia por los subsidios distribuidos por el Estado nacional.

Rentabilidad en picada

El documento elaborado por los investigadores Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre analiza dos modelos teóricos de tambos ubicados en las principales cuencas lecheras de Córdoba: uno, en Villa María; y otro, de menor escala y productividad, en Brinkmann.

Villa María. El Retorno sobre Activos (ROA) cayó 9,1 por ciento a lo largo de la temporada; y esa caída se redujo 6,1 por ciento en el caso de quienes cobraron subsidios del Gobierno. Si a eso se suma que la valuación de la hacienda bajó 28 por ciento en el período, el ROA con efecto capitalización (ROA-cec), aspecto relevante para quienes se desprendieron de todos sus animales porque tuvieron que cerrar, fue aún más negativo: 24,6 por ciento en el caso sin subsidios y 21,7 por ciento, con el aporte oficial.

Brinkmann. El ROA operativo cerró en 11,6 por ciento negativo, sin subsidios, y en -7,1 por ciento, de haberlos cobrado. Al igual que para el tambo de Villa María, el ROA-cec se ubicó en -27,2 por ciento (sin subsidios) y -22,8 por ciento (con subsidios).

En resumidas cuentas, "si se toman como referencia los resultados de los dos tambos que se monitorean en este trabajo, uno de ellos perdió 6,1 pesos y, el otro, 7,1 pesos, por cada 100 pesos invertidos, luego incluso de haber cobrado subsidios", señala el Ieral.

En el podio de los peores

Tomando como base los ROA para ambos establecimientos, Garzón y Torre llegan a la conclusión de que la crisis del ciclo 2015/16 es una de las tres más grandes de las últimas 17 campañas, junto a la de los ciclos 1999/00, cuando impactaron los problemas económicos de Brasil; 2001/02, en medio de la debacle argentina.

"Más aún, en ambos tambos monitoreados se encuentra que, de no haber existido los subsidios, el ciclo 2015/2016 habría sido el más negativo, en cuanto a rentabilidad, de todo este período analizado".

Esperanza 2016/17

En cuanto al ciclo que está comenzando, los economistas sostienen que "está avanzando un poco mejor" que el anterior, debido a una recuperación de los precios internacionales y al fuerte ajuste de la producción ocurrido en el primer semestre.

"De todos modos, la probabilidad de tener un segundo ciclo con rentabilidad negativa sigue siendo alta, particularmente en establecimientos de menor productividad. Resultará clave que los precios de exportación de la leche en polvo argentina se estabilicen o superen los 3.100 dólares la tonelada en el primer semestre de 2017 y que el consumo interno comience a recuperarse de la mano de la desaceleración de la inflación, mayor actividad económica y una mejora del poder de compra de los asalariados", subraya el Ieral

Para proyectar el próximo ejercicio, Garzón y Torre armaron diversos escenarios, desde el peor (precios internos e internacionales bajos), hasta el mejor (aumento a nivel local y leche en polvo por encima de 3.500 dólares en el exterior).

Para el caso de la unidad productiva testigo de Villa María, en un escenario intermedio se lograría una rentabilidad operativa, sobre activos, de 1,9 por ciento, que se incrementaría a 5,6 por ciento computando la capitalización de la hacienda. En el mejor escenario, la ROA llegaría a 3,5 por ciento; en el peor, sería positivo pero sólo en 0,3 por ciento.

La situación para el tambo en el noreste es más complicada: en el escenario base, perdería 0,5 por ciento, aunque ganaría 3,3 por ciento al proyectar el costo de los animales. En el escenario más optimista, ganaría 0,9 por ciento; y en el más pesimista, sufriría una caída del 2 por ciento.

Por ello, para los investigadores, "la unidad de Brinkmann se encontraría con la necesidad de mejorar la productividad y/o reducir costos si el precio promedio para toda la campaña se ubica por debajo de 4,66. Desde otra perspectiva, bajo los parámetros productivos supuestos, si el precio de mercado no se ubica por encima de los 5 pesos el litro desde marzo, esta unidad productiva enfrentará un segundo ciclo con rentabilidad negativa".