Cosecha

A tener en cuenta para aumentar la eficiencia

  • Elección del cultivar

En la elección de un cultivar deben tenerse en cuenta aquellos que manifiestan alto potencial de rendimiento para la zona y fecha de siembra.

Dentro de las características genéticas que favorecen la eficiencia de cosecha se buscan cultivares de menor tendencia al vuelco, mayor despeje en la inserción de las primeras vainas, menor dehiscencia natural, ausencia de retención foliar (maduración uniforme) y baja susceptibilidad a las enfermedades de fin de ciclo. De esta manera se evitan en gran medida las pérdidas de cosecha.

  • Densidad de siembra

La densidad ideal depende de la variedad (grupo de madurez y hábito de crecimiento), la disponibilidad de agua y la fertilidad del suelo (ambiente), la latitud y la fecha de siembra. Tener en cuenta además de la densidad, el espaciamiento entre hileras y la uniformidad de plantas a lo largo de la hilera. El objetivo es llegar a la cosecha con tallos desarrollados y con vainas a mayor distancia del suelo, que permitan un buen trabajo de la barra de corte.

  • Malezas

La interferencia causada por las malezas en el cultivo de soja puede provocar una importante reducción en los rendimientos. Esta disminución puede variar entre 0 y 30 % para bajos niveles de infestación y malezas poco agresivas, hasta más del 80 % para malezas más competitivas a sus máximas densidades, coexistiendo éstas con el cultivo durante todo su ciclo (J. C. Papa et al, 2000). Esta reducción de rendimiento y la presencia de malezas dificultan la recolección mecánica de la soja, ocasionando diferentes problemas a la cosechadora, con niveles mayores de pérdidas de granos por cabezal, trilla, separación y limpieza.

  • Oportunidad de cosecha

En pocos cultivos la cosecha tiene tanta importancia como en la soja. Se trata de una tarea que debe realizarse en el momento oportuno, con buen equipamiento y una correcta regulación de la cosechadora y el cabezal.

El grano de soja es muy susceptible a sufrir alteraciones y está expuesto al daño mecánico que le puede ocasionar la cosechadora, este deterioro perjudica su posterior conservación, disminuye su calidad como semilla y reduce su valor industrial.

  • Período de cosecha

No es muy amplio, lo que obliga a una constante atención por parte del productor.

  • Condición visual de la cosecha

Se manifiesta cuando las hojas se ponen amarillas y se caen, los tallos se vuelven quebradizos y las vainas se abren con cierta facilidad si se presiona con los dedos.

Cuando se escucha el sonido de los granos desprendidos dentro de la vaina (ruido de sonajero) la soja está lista para ser cosechada.

  • Momento oportuno de cosecha

Cuando el grano alcanza el 16% de humedad, se encuentra en condiciones de ser cosechado y almacenado para la industria sin mayores dificultades.

Con esta humedad de grano, la planta, presenta poca susceptibilidad al desgrane, disminuyendo las posibilidades de pérdidas de precosecha y por cosechadora.

  • Humedad adecuada para el inicio de la cosecha

Se aconseja comenzar la cosecha con una humedad del 16,5% para finalizar con el 13,5% que es el porcentaje de comercialización con el que no se pierde peso y cuando el cultivo se encuentra en condiciones de ser cosechado con bajas pérdidas y poco daño mecánico en los granos.

Si la cosecha se realiza con menos del 13,5% de humedad, las vainas se desgranan fácilmente, constituyendo la causa más importante de pérdidas, debido a la gran cantidad de granos en el suelo.

Se debe tener en cuenta que el grano puede variar de muy húmedo a demasiado seco entre el comienzo y el final del día.

Es preciso señalar que las pérdidas son menores cuando se cosecha a la mañana o en el final de la tarde, es decir, en las horas del día en las cuales las vainas están más húmedas..

Si el cultivo de soja a cosechar se destina para semilla, la humedad óptima del grano es del 13%. Si este valor es inferior, el grano puede sufrir daños mecánicos que disminuyen su potencialidad como semilla.

  • Relieve del terreno

Cuanto más parejo y nivelado sea el terreno, menores serán las pérdidas por altura de corte y mejor será el trabajo del cabezal, copiando las macroirregularidades del terreno a la perfección.

Todos estos consejos pretenden mejorar la eficiencia de cosecha en sus aspectos cuali-cuantitativos, evitando pérdidas de precosecha al adelantar la cosecha, trillar con mínima agresividad, manteniendo bajo el daño mecánico y entregando a la tolva un grano sano y limpio, para asegurar su conservación en postcosecha.

Fuente: Ing. Agr. Arturo Regonat.