Soja

Alerta por chinche diminuta

Comenzó a estar presente en soja de primera de la región pampeana, casi exclusivamente en lotes con malezas que favorecen su desarrollo

La "chinche diminuta" comenzó a estar presente en soja de primera de la región pampeana, casi exclusivamente en lotes con malezas que favorecen su desarrollo; y seguramente afectará la emergencia de soja de segunda, en lotes que presenten las mismas características.

Una simple revisión evitará que nos tome desprevenidos, y por ende sufrir pérdidas de plantas en grandes rodeos. A la fecha, fines de noviembre, comienza a predominar la presencia de ninfas (individuos sin alas y apariencia amarronada); aunque para la emergencia de la soja de segunda muchas de éstas serán adultos (con alas, de color gris oscuro o negro, y con vuelo rasante en gran número de individuos). La soja de segunda tendrá mayores riesgos de sufrir un alto impacto de esta plaga.

Condiciones de inicio de primaveras secas, en setiembre y octubre, son predisponentes para el desarrollo de este pequeño hemíptero perteneciente a la familia Ligaeidae y género Nysius sp., pudiéndose generar grandes poblaciones de este insecto y su correspondiente aparición como plaga grave en la implantación del cultivo de soja en la región pampeana. Más allá de lo mencionado, la condición más predisponente para chinche diminuta es la presencia de malezas hospederas que favorezcan su desarrollo.

Malezas, como "bolsa de pastor" y Gamochaeta (peludilla), y también en zonas donde haya "lecherón" o lotes con manzanilla, favorecen el desarrollo y mayor impacto de esta plaga. De ahí la importancia que tiene para el productor el estar en alerta por la posible presencia de chinche diminuta desde el mismo momento de la emergencia del cultivo en lotes que tengan o hayan tenido estas malezas. También es favorecida por la siembra directa con presencia de broza (ambiente favorable para su protección), aunque ello no significa que sólo en esta condición de labranza sea capaz de producir daños.

Detección

Esta chinche es pequeña, de ahí su nombre vulgar "chinche diminuta", y tiene una apariencia muy distinta a las chinches normalmente conocidas. El adulto tiene un tamaño mucho menor, 4 a 5 mm de longitud y es muy angosto, ya que su ancho promedio es de alrededor de 1,5 mm.

Los adultos son grisaceos. En cambio, las ninfas o estadíos juveniles no tienen alas. Ambos estados suelen aparecer en altas densidades sobre la broza y plántulas de soja y en el surco de siembra. Los adultos, por su tamaño y coloración oscura, pueden ser confundidos con pequeñas moscas al volar sobre el rastrojo en grandes cantidades (parecieran enjambres o nubes de bichitos, según suele decirse, volando bajo sobre rastrojo). Con la ayuda de una lupa de mano podrá apreciarse que tienen ojos grandes, globosos y negros, coloración general grisáceo-negruzca, y antenas con 4 segmentos.

Los estadíos juveniles o ninfas son de menor tamaño aunque más anchas que los adultos, y en parte de color marrón-rojizo opaco. A través de una lupa se podrá observar que dicha coloración general corresponde al color del abdomen, mientras que el tórax y la cabeza es negra. No vuelan por carecer de alas pero presentan alta movilidad, y cuando estas pequeñas ninfas están quietas suelen confundirse a simple vista con pulgones debido a su forma globosa. La característica de ojos negros prominentes y antenas de 4 segmentos son destacables en ambos estados del insecto.

Revisión del lote

Revisar el lote desde la emergencia de la soja, eligiendo los horarios de la mañana o a fin de la tarde (horarios donde su presencia se hace más visible).

La característica de ojos prominentes, sumado al reducido tamaño y coloración general oscura (adultos), o castaña en abdomen y cabeza-torax oscuros (ninfas), son los principales aspectos a tener en cuenta para la detección del insecto a campo, desde el mismo momento de la emergencia de soja.

La observación de daños en los cotiledones de la soja es indicador del inicio de su ataque, y por lo tanto una herramienta fundamental para la detección de la plaga, a fin de poder tomar medidas de control oportunas que eviten pérdidas de importancia.