La mira puesta en Sudamérica
El final de la cosecha norteamericana descomprimió marcadamente las cotizaciones de Chicago, ante la sorpresa de un mercado que observó, en el tramo final de este ciclo, rendimientos de soja por encima de los que se vaticinaban pocas semanas atrás
Las lluvias de agosto y septiembre llegaron tarde para aliviar los cultivos de maíz pero fueron oportunas para recomponer el estado general de la oleaginosa, que retrocedió prácticamente a las cotizaciones registradas a principios de junio, momento en el que daba comienzo el rally climático de Estados Unidos.
Superada la campaña norteamericana, el mercado analizará la situación sudamericana, que con una adecuada productividad podrá recomponer, al menos parcialmente, el alicaído balance de oferta y demanda global, un factor que puede resultar bajista en el largo plazo, en caso de materializarse la predicción de un buen escenario productivo regional.
Otro factor negativo para las cotizaciones reside en el ritmo de exportaciones norteamericanas, que seguramente ya alcanzaron un pico máximo y languidecerán con el correr de las semanas.
También afectan al mercado las importantes posiciones de compra que se mantienen en manos de los fondos, aunque ya se hayan liquidado una buena parte de ellas.
Además, estacionalmente, el mes de diciembre resulta en general poco constructivo para las cotizaciones de Chicago, particularmente en soja.
De todas maneras, el mercado continúa en el largo plazo con sólidos fundamentos alcistas que podrán manifestarse con el correr del tiempo. Por un lado, el balance doméstico de maíz y soja en Estados Unidos sigue complicado, con un consumo interno que no ha logrado adecuarse al fracaso productivo de esta temporada. Por otra parte, la demanda se encuentra postergando compras a la espera de peores cotizaciones, situación que se interrumpirá cuando el mercado encuentre un nivel adecuado de precios que le permita reingresar a la plaza.
Las opiniones en torno a la marcha futura del mercado resultan disímiles, con algunos analistas prediciendo mayores bajas y otros anticipando un marcado rebote en las cotizaciones.
Entre estos últimos, los analistas de AgResources proyectan cotizaciones récord para el año entrante, de volver a registrarse nuevas fallas productivas globales. AgResources piensa que los precios del maíz podrán ubicarse en torno a los u$s 354 y u$s 374 por tonelada antes que se inicie la próxima cosecha en el hemisferio norte, como consecuencia de menores disponibilidades de granos y una demanda que se mantiene robusta. De acuerdo con estos consultores, el tamaño final de la campaña norteamericana de maíz será de 261,6 millones de toneladas, en lugar de los 272,4 millones de toneladas que proyectó el Departamento de Agricultura de ese país (USDA) en su último informe mensual, consignando además que esta etapa correctiva del mercado hacia la baja será de corto plazo. Para nuestro país, los especialistas proyectan una campaña de maíz de 25 millones de toneladas, en línea con varias opiniones locales. El área de cultivo declinaría como consecuencia de la excesiva humedad, lo que seguramente desembocará en un incremento en el área de cultivo de soja, para la que AgResources proyecta una campaña de 55 a 56 millones de toneladas.
Para los analistas de Goldman Sachs, los precios de la oleaginosa para el curso de los próximos tres meses se ubicarán en torno a los u$s 606 por tonelada, mucho más elevados que las actuales cotizaciones, aunque bastante por debajo del pronóstico anterior, de u$s 689 por tonelada. Para maíz, las cotizaciones previstas fueron recortadas de u$s 354 a u$s 325 la tonelada, en tanto que las de trigo se redujeron de u$s 376 a u$s 349 la tonelada.
En su último reporte semanal sobre el mercado de commodities del Deutsche Bank, consignó que las materias primas registraron en el trimestre actual retornos negativos, que fueron impulsados fundamentalmente por la marcada baja del mercado de granos.
Ricardo Baccarín