La agroindustria sufre otra vez la restricción del consumo de gas
Tucumán plantea hoy las dificultades que se les presentan a las economías regionales por el corte del servicio.
El sistema energético atraviesa una tormenta perfecta. El frío se anticipó (al menos unas dos semanas, según los productores); Bolivia prioriza su relación comercial con Brasil y, por eso, ya no envía tanto gas a la Argentina; hay dos buques esperando descargar GNL pero no pueden hacerlo por las malas condiciones climáticas y, además, están latentes las huelgas en el sur del país, donde se concentran las plantas de producción del fluido y de petróleo. Frente a estas dificultades, la industria no puede producir y ahora tiene restringido el uso del gas hasta el domingo. El Gobierno nacional justificó esta decisión en la necesidad de sostener el abastecimiento domiciliario, escuelas y hospitales ante la llegada de un frente frío que afectará a todo el país.
“El Comité de Emergencia convocado por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) decidió solicitar a las industrias el inicio de reducción de consumo hasta llegar al corte total de sus consumos”, informó el Ministerio de Energía a través de un comunicado de prensa.
El parte señala que el pedido se debe a “la ola de frío que afecta al territorio nacional con temperaturas mínimas cercanas a cero grados hasta el lunes próximo que genera una mayor demanda del suministro de gas por parte de los usuarios”.
El Enargas reconoció que “Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) comunicó que entregarán cinco millones de metros cúbicos menos de gas por día (m3) de lo que está contractualmente acordado por haberse incrementado la demanda de Brasil que tiene prioridad sobre el contrato con Argentina”. También que hay demoras en la llegada al puerto de barcos con GNL.
No obstante, el Ministerio que conduce Juan José Aranguren aseguró que “el suministro a las estaciones expendedoras de GNC sigue normal”.
A Buenos Aires
Las restricciones para el uso del fluido causaron el retraso del inicio de la zafra. Para esta semana estaba previsto que el ingenio Concepción, el establecimiento de mayor producción en Tucumán, inicie su temporada, pero esto ha quedado trunco por la decisión del Gobierno nacional.
Un comité de emergencia, integrado por el Enargas, las transportadoras, las distribuidoras y el Ejecutivo provincial, había sugerido a los industriales un plan de trabajo de tal manera que el inicio de la molienda sea escalonada en un plazo estimado de dos semanas. De esta manera, se evitaría que el sistema colapse.
Actualmente están moliendo dos ingenios (Cruz Alta y Leales) de las 15 fábricas instaladas en la provincia. El esquema trazado originalmente deberá ser modificado producto del nuevo corte del servicio que, esta vez, afectó también a plantas con contratos en firme, además de los interrumpibles. Asimismo, algunos ingenios prevían arrancar la cosecha ante la mejora en el clima en la provincia.
La situación es agobiante, según reconoció ayer el propio ministro de Desarrollo Productivo Juan Luis Fernández. El funcionario tiene previsto reunirse hoy, en Buenos Aires, con Aranguren y los ministros de la Producción Francisco Cabrera y con el de Agroindustria, Ricardo Buryaile. “En Tucumán, tenemos una economía basada en la zafra que es estacional. Un día que se pierde en esa actividad es una jornada que no se recupera”, indicó Fernández, diferenciando la situación que, por ejemplo, puede darse con la industria automotriz (que puede aumentar los turnos laborales para recuperar producción).
El ministro tucumano consideró que, en la mesa de diálogo con los funcionarios nacionales, es imprescindible encontrar algunas alternativas para que los cortes de gas (que podrían extenderse hasta agosto si las condiciones climáticas no cambian) no afecten tampoco a otras actividades como la citrícola. En el mismo encuentro, Fernández también hablará con las autoridades acerca del cuadro tarifario de la electricidad, en particular para que la Nación contemple algunos beneficios extras para las PyME de esta parte del país y para empresas que tienen un uso intensivo de la energía eléctrica, según remarcó. “No se trata de casos particulares, sino de una situación especial para la región”, aclaró.