Siembra complicada
Se sembró el 50% de la soja de primera en la región núcleo. Hay serias preocupaciones por las lluvias que se vienen: 40 o 50 mm complicarían seriamente a la región
Se prioriza implantar toda el área que sea posible en fecha adecuada. El trigo, muy golpeado por las enfermedades, fue también afectado por el calor de esta semana. Quedaron atrás las promesas de superar los 40 qq/ha. Los rindes y la calidad que se esperan están en dudas.
Las lluvias dieron una semana de respiro y se aprovechó cada hora de buen tiempo para avanzar con las siembras. El registro de lluvias más importante se midió sobre General Pinto (Buenos Aires) con 15,6 mm, seguida por Rufino (Santa Fe) y Colonia Almada (Córdoba), ambas con 12 mm en el período de análisis que va del 1 al 8 de noviembre. El resto de la región GEA presentó acumulados inferiores a los 8 mm. Muy poco habituales fueron las marcas térmicas: los máximos oscilaron entre los 35 y 37ºC y se mantuvieron por varios días consecutivos. El valor más elevado fue de 38,7°C y en la localidad de Hernando (Córdoba). Esto favoreció el aumento de la evapotranspiración y el secado de los lotes.
La actividad de siembra ha sido febril en esta semana. Se ha alcanzado a sembrar en la región casi el 50% de la soja de primera en la región núcleo. Siguen sin poder sembrarse los lotes bajos, los planos largos, y las zonas con influencias de napas. Incluso se está sembrando “retaceando”, o sea, dejando de lado los sectores con problemas de anegamiento o falta de piso dentro de los lotes “para hacerlos cuando se pueda”. Se trata de avanzar y sembrar toda el área posible en fechas oportunas. Hasta el momento no hay problemas de plagas pero sí es una problemática preocupante el control de las malezas. Las continuas lluvias retrasaron las labores de presiembra y las malezas adquirieron gran tamaño y dominan las “difíciles” como rama negra, viola e incluso también commelina.
Los controles se han vuelto recurrentes, como también suceden en los lotes de maíz y los costos de control han escapado a las previsiones iniciales. Otro tema importante es que, los lotes que fueron sembrados esta semana y aún no emergieron, quedan vulnerables al comportamiento de las lluvias pronosticadas. Se manifiesta que de llover 40 o 50 mm la situación vuelve a ser muy compleja: pondría en riesgo las implantaciones hechas y los lotes con problemas de drenaje quedarían nuevamente esperando una o dos semanas más sin lluvias para que puedan ser sembrados.
Respecto al cultivo de maíz han quedado sin sembrar 60 mil hectáreas. Parte irá a maíz de segunda
y parte a soja. Respecto al cultivo se encuentra entre tercera y octava hoja, en los lotes más adelantados, y emergiendo aún en los resembrados. El cultivo se observa con baja presencia de chinches y está en muy bien estado excepto en los sectores encharcados y los rodeos que quedaron sin plántulas.
La alta carga térmica que predomino en la zona es un eslabón más de la cadena de eventos desafortunados que se ha iniciado en octubre y le ha quitado al trigo el potencial que se pretendía alcanzar. La constante carga hídrica avivó uno de los ataques sanitarios más bravos de las últimas cinco campañas. La presencia de mancha amarilla, las reinfestaciones con roya y la generalización y severidad que alcanzó fusarium ha golpeado el rinde. A esto se suma que el 5 a 15% del área triguera fue afectada, en mayor o menor medida, por los anegamientos dejando sectores por fuera de la cosecha o zonas donde el trigo ha quedado blanqueado. El trigo perdió la muy buena condición que mantenía hasta hace un poco. No se sabe cuál será el impacto final que tendrán las enfermedades sobre el rinde y la calidad, y el calor de esta semana le ha acortado el ciclo.