Elección y manejo por región
En función del período libre de heladas, la Región Norte de Argentina es la que más combinaciones permite utilizar de grupos de madurez (GM) y fechas de siembra (FS) y es la que presenta los períodos más amplios de siembra y cosecha. Se siembran cultivares de 6 GM (GM IV al IX), a lo largo de 6 meses de siembra (agosto a enero) y con 6 meses de cosecha (enero a junio).
En la Región Pampeana Norte es posible utilizar cultivares de 5 GM (III al VII), en 4 meses de siembra (mediados de setiembre a mediados de enero), con 4 meses de cosecha (febrero a mayo) y en la Región Pampeana Sur cultivares de 3 GM (GM II al IV), en algo más de 2 meses de siembra (fines del mes de octubre a principios del mes de enero) y con 2 meses cosecha (marzo y abril).
Para elaborar programas de siembra es necesario considerar la variabilidad entre campañas de la relación del rendimiento con la FS y la longitud del ciclo de los cultivares en uso. El rendimiento presenta una tendencia lineal y creciente con el adelanto de la FS. La FS en la que se alcanza el mayor rendimiento se adelanta de sur a norte del país, en la medida que se incrementa el período libre de heladas.
La información experimental disponible, indica que en ausencia de estrés hídrico, en el extremo sur del actual area de producción sojera de Argentina (sudeste de la provincia de Bs.As.), los mayores rendimientos se obtienen con FS de fines del mes de octubre y en el extremo norte del país con FS de principios del mes de setiembre.
Si analizamos para la región central del país, la evolución del rendimiento en función de la FS a partir del momento en el que se alcanzan los mayores rendimientos, por ejemplo desde el 1 de octubre y hasta fines de enero, ante diferentes situaciones hídricas, tanto en cantidad como distribución durante el ciclo de cultivo, pueden obtenerse diferentes relaciones.
En ausencia de estrés hídrico la relación es lineal y decreciente a tasa constante, a lo largo de todo el ciclo de cultivo. Por debajo de dicha tendencia potencial existen en primer término, numerosas relaciones lineales y decrecientes, con menor nivel de rendimiento a medida que se incrementa la intensidad del estrés hídrico, cuando el mismo se presenta entre los meses de febrero y marzo. En consecuencia el rendimiento es menor mientras mas tardía es la ocurrencia del llenado de granos.
No obstante dicha relación puede no ser lineal, cuando el estrés hídrico se presenta más temprano, en los meses de diciembre y enero, afectando en mayor medida el llenado de granos de las FS del mes de octubre con cultivares de todos los GM y alcanza las mayores productividades con cultivares de ciclo medio a largo en FS de fines del mes de noviembre.
Las FS a partir del 15 de diciembre generalmente presentan menor rendimiento que las del mes de noviembre, independientemente de la cantidad y distribución de las precipitaciones, debido a que se reducen todos los parámetros de desarrollo y crecimiento del cultivo. En estas FS tardías la reducción del rendimiento puede ser superior a los 30 Kg/ha por cada día de atraso de la FS, pudiendo alcanzar valores de 50 Kg/ha/día ó mayores cuando se combinan diferentes factores de estrés, tales como el hídrico con heladas tempranas, que afectan ó interrumpen el llenado de granos.
Otra relación observada entre el rendimiento y la FS, en el área centro-oeste de la Región Pampeana Norte, con estrés hídrico intenso en los meses de enero y febrero, presenta los valores máximos de rendimiento en FS de principios del mes de octubre con cultivares de ciclo corto, valores mínimos en las FS de fines del mes de octubre y principios del mes de noviembre y valores intermedios con cultivares de ciclo medio a largo en FS de principios del mes de diciembre.
Las diferentes relaciones que pueden llegar a obtenerse en el mismo lote de producción, entre el rendimiento y la FS, de acuerdo a la cantidad y distribución de las precipitaciones en diferentes campañas, debe ser tenido en cuenta al momento de elaborar los programas de siembra.
El cultivar con el que se logra el mayor rendimiento no siempre es el mismo en todas las FS, este varía dependiendo de su potencial de rendimiento, de su ciclo y las condiciones ambientales durante el llenado de granos.
Las relaciones entre el rendimiento y la longitud de ciclo de los cultivares en una FS determinada, puede presentar relaciones directas, indirectas ó no presentar relación a niveles altos medios ó bajos de rendimiento. El largo de ciclo con el que se logra el mayor rendimiento varía entre campañas para un mismo lote y con el lote para una misma campaña.
El orden de importancia de las prácticas de manejo es el siguiente:
1- Caracterización del ambiente de producción:
Para elegir y manejar cultivares es necesario disponer en primer lugar con una adecuada caracterización del ambiente de producción, ya que esto define el crecimiento del cultivo y determina cuales son los GM más adaptados y su manejo para obtener las mayores productividades. Además las características sanitarias del ambiente determinan cuáles son los cultivares más recomendables de cada GM.
El paulatino mejoramiento de la condición ambiental por medio de rotaciones, siembra directa, fertilización, riego, étc, incrementa el crecimiento del cultivo. Esto permite adelantar la FS y/o utilizar cultivares de ciclo más corto, que reducen los problemas sanitarios (como Sclerotinia) y el vuelco y tienen mayores posibilidades de expresar su potencial de rendimiento.
2- Elección de la combinación del GM, HC y juvenilidad del cultivar y la FS: En función de las condiciones ambientales, se deben definir el listado de cultivares más adaptados en función de su GM, HC y juvenilidad y el porcentaje a usar de cada uno de los GM elegidos y su FS. Estas decisiones de manejo determinan la producción de biomasa aérea total, el índice de cosecha y el llenado de granos (ubicación, duración y tasa).
3- Elección del cultivar:
Una vez elegidos los cultivares por sus características más importantes (GM, HC y juvenilidad), se procede a definir sus nombres entre los comerciales disponibles, por su potencial de rendimiento y sanidad, priorizando ésta última característica en los ambientes en los que los problemas sanitarios son una limitante de importancia.
La oferta de cultivares en Argentina, se ha visto seriamente afectada en la segunda mitad de la década del 90, por los crecientes problemas sanitarios (tales cómo el Cancro del tallo) y la liberación de cultivares tolerantes a glifosato. No obstante la intensa actividad del mejoramiento genético desplegado por empresas privadas y públicas, posibilitó el rápido recambio con cultivares que dieron respuesta a las 2 demandas mencionadas.
4- Espaciamiento entre surcos:
Una vez definido el listado de cultivares, se define el espaciamiento entre surcos, de acuerdo a las características previamente mencionadas y el desarrollo vegetativo de los cultivares seleccionados.
5- Densidad de siembra:
La densidad de siembra es la práctica de manejo menos importante y depende de todas las decisiones previas y es la encargada de dar el ajuste final a la distribución espacial de plantas. Tanto la reducción del espaciamiento entre surcos, como el incremento de la densidad de siembra son más importantes en FS muy tempranas o tardías y para los cultivares de ciclo más corto. A continuación se presenta de sur a norte del país, las FS (agosto a enero) y calidades de ambientes (muy alta a muy baja), más recomendables para cada GM, en función de su HC. Tal como se comentó precedentemente, en este esquema es necesario definir primero las condiciones ambientales y el rango de GM mejor adaptados a las mismas, para cada planteo productivo.
Además se presenta un esquema de la relación del rendimiento esperable en función de la FS y para condiciones hídricas con ligera a nula limitación hídrica, para los cultivares más adaptados por GM y HC.
Región Pampeana Sur
El rango de FS tradicionalmente recomendadas para la Región Pampeana Sur, se iniciaba a partir del 1 de noviembre y se extendía hasta mediados del mes de diciembre. Actualmente se ha ampliado la recomendación de las FS.
Se utilizan cultivares de GM II como ciclo corto, GM III como ciclo medio y de GM IV como ciclo largo. Se recomienda aplicar un manejo que contribuya a incrementar el crecimiento de los cultivares de GM II y a evitar la instalación de la etapa final de llenado de grano de los cultivares de GM IV, en épocas con alta probabilidad de ocurrencia de heladas (abril).
Por tal motivo se recomienda implantar los cultivares de GM II, en los ambientes de alta calidad y en FS a partir del 15 de noviembre y con el espaciamiento entre surcos más reducido posible. Además, son los cultivares que en FS tardía, se verán menos afectados por heladas tempranas.
Con los cultivares de GM III, se recomienda iniciar las siembras a partir de principios del mes de noviembre y hasta fines del mes de diciembre y con los cultivares de GM IV iniciar las siembras el 20 de octubre hasta fines del mes de noviembre.
Con reducidas a nula incidencia de estrés hídrico, las FS de fines del mes de octubre, permitieron alcanzar mayores rendimientos que las del mes de noviembre. Por tal motivo es necesario estudiar la incidencia de daños por heladas con mayores adelantos de la FS y en campañas con diferente régimen de heladas, para poder aprovechar todas las posibilidades del mayor potencial productivo de las FS del mes de octubre.
Para FS muy tardías, en especial sobre trigo (fines de diciembre y principios de enero) se recomiendan cultivares de GM III corto y II. Atendiendo a que en este rango de fenología, se estan inscribiendo numerosos cultivares, se debe evaluar cuales son los que presentan la mejor combinación de producción de BV y longitud de ciclo, con espaciamientos entre surcos lo más estrecho posibles (17 cm) y altas densidades.
Región Pampeana Norte
El rango de FS recomendadas para la zona central de país, se extiende entre el 15 de setiembre y el 15 de enero y se recomiendan cultivares de GM III al VII. En ambientes de alta calidad, se utilizan cultivares de GM III como ciclo corto, de GM IV como ciclo medio y de GM V como ciclo largo. En ambientes de calidad media, se utilizan cultivares de GM IV como ciclo corto, de GM V como ciclo medio y de GM VI como ciclo largo. En ambientes de baja calidad, se utilizan cultivares de GM V como ciclo corto, de GM VI como ciclo medio y de GM VII como ciclo largo.
En el caso de la soja con barbecho previo (antecesor maíz ó sorgo), se recomienda iniciar la FS de los cultivares de GM III a partir del 15 de noviembre y en ambientes de muy alta calidad.
En lo referente a la distribución espacial de plantas se recomiendan generalmente distancias entre surcos a 35 cm.
Las siembras con cultivares de GM IV, pueden iniciarse entre principios a mediados del mes de octubre, con los de mayor desarrollo vegetativo y ciclo más largo y espaciamientos entre surcos de menos de 52 cm. Las FS de los de ciclo más corto es conveniente demorarla hasta fines del mes de octubre.
En el caso de los cultivares de GM V corto los de HC indeterminado son los más adaptados a las FS más tempranas del mes de octubre, en las FS del mes de noviembre es necesario implantarlos en ambientes de menor calidad para evitar el vuelco. Con los de HC determinado, es conveniente empezar las FS a mediados del mes de octubre. Con los del GM V largo, la recomendación es similar, pudiendo destinarlos a ambientes de menor calidad que los del GM V corto y empezar las siembras a principios del mes de octubre. En el caso de los de HC semideterminado las FS pueden inciarse en fechas intermedias entre la de los de HC indeterminado y los determinados.
Con los cultivares de GM VI, la recomendación es similar, en función de su HC, pero por su mayor desarrollo vegetativo, se puede iniciar las FS más temprano y/o destinarlos a ambientes de menor calidad que los de GM V largo.
Respecto a los cultivares de GM VII, se lo utiliza en el norte de la región central y en suelos Vertisoles de la Provincia de Entre Ríos y de la ROU, en los ambientes de menor calidad.
Para FS sobre trigo, se recomiendan cultivares de GM IV al VI, destinando los de ciclo más corto a los mejores ambientes. Si las FS fueran posteriores al 10 de diciembre, es conveniente iniciar las FS con los de ciclo más largo y terminarlas con los de ciclo más corto, para evitar los daños de las heladas tempranas sobre los cultivares de ciclo más largo.
Como criterio general puede mencionarse que en la medida que se cuenta con mejores condiciones ambientales y se ajuste el manejo (espaciamientos y densidades de siembra), los cultivares de ciclo más corto alcanzan mayores rendimientos también en las siembras sobre trigo. Por otra parte, cuando el estrés hídrico es importante al inicio del crecimiento, los cultivares de mayor longitud de ciclo son los que logran mas rendimiento. Por tal motivo, si no está asegurada la disponibilidad hídrica es necesario diversificar con cultivares de todos los GM sugeridos, incrementando según las características ambientales del lugar, la superficie de siembra con cultivares de GM V, VI y VII.
Región Norte
El rango de FS recomendadas para la zona norte del país, se extiende desde el 15 de agosto y hasta fines del mes de enero y se recomiendan cultivares de GM IV al IX. En el caso de las FS de primavera (agosto a octubre), se recomiendan cultivares de GM IV y V con HC indeterminado, para lograr cosechas entre los meses de enero y febrero.
En estas FS también se pueden implantar cultivares con HC indeterminado ó semideterminado de mayor longitud de ciclo, pero la fecha de cosecha puede ocurrir en los meses de marzo y abril y dependiendo de la zona y la probabilidad de ocurrencia de temporales, pueden resultar afectados en su calidad y/o rendimiento y necesitar más aplicaciones de insecticidas. En la Subregión NEA, es más factible la incidencia de temporales en estos meses y se deben combinar los GM y sus FS para que la cosecha ocurra antes del mes de marzo ó después del mes de abril.
En las FS del mes de noviembre en adelante, se utilizan cultivares de GM VI como ciclo corto, de GM VII como ciclo medio y de GM VIII y IX como ciclo largo. Se los utiliza siguiendo el mismo criterio de asignación de los GM, en función del HC y la calidad del ambiente, precedentemente mencionado. En general se recomiendan los cultivares de GM VII y VIII y sólo para las FS tardías el GM IX, por su excesivo desarrollo vegetativo.
Ing. Agr. Héctor Baigorri