Economía

El novillo argentino dejó de ser el más caro del Mercosur

La cotización de la categoría medida en dólares cayó al segundo puesto, detrás de Uruguay, debido a una oferta más holgada y a la devaluación del peso. Por su parte, Brasil, cerró 2015 con mejoras en los precios ajustados por inflación

15 Ene 2016

El año comenzó con cambios significativos en la competitividad de la industria exportadora argentina. En ese sentido, uno de sus componentes, la hacienda, dejó de ser la más cara de los países ganaderos del Mercosur, debido a una combinación de factores.

Por un lado, durante los últimos diez días se registró una baja de $ 1 (-2%) en el precio que los frigoríficos pagan por los novillos pesados y con trazabilidad, lo que se sumó a la devaluación del 6% de la moneda local con respecto al dólar. De este modo, el precio en dólares del novillo argentino se redujo en 24 centavos para ubicarse en U$S 3,20 por kilo en gancho, 10 centavos menor que el equivalente de Uruguay.

Así, la Argentina dejó de tener el novillo más caro de la región por primera vez desde la muy fuerte liquidación de ganado de 2008-2009, que fue seguida por aumentos sustantivos en los precios, en 2010 y 2011, y por la aparición del cepo cambiario que alejó los valores domésticos de los internacionales.

Un mercado holgado

Ya desde la segunda mitad de diciembre, los frigoríficos argentinos vienen bajando sus precios de compra en virtud de de la mayor oferta animales.

Según el habitual relevamiento realizado por Valor Carne, los compradores están enfrentando una situación bastante cómoda, con suficiente hacienda. En general, se encuentran con operaciones de compra cerradas que cubren una semana de trabajo.

Además, la reducción de las cotizaciones en el Mercado de Liniers ejerce presión bajista sobre los precios por lo que los exportadores esperan una operatoria tranquila para lo que resta del mes.

Panorama regional

En Brasil, se repitió una escena muchas veces vista en 2015: un aumento en el precio del novillo terminado, medido en reales, acompañado por una devaluación superior de la moneda local que se tradujo en una nueva caída del valor en dólares. En ese contexto, la cotización alcanzó los U$S 2,46 y continúa siendo la más baja de la región.

En otro orden, cabe destacar que el país terminó 2015 marcando tres años consecutivos de aumentos en los precios, medidos en moneda local ajustada por inflación, en todos los eslabones de la cadena: hembras, terneros, invernada, novillos gordos y carne mayorista. Con una reducción de la faena del 10%, el precio del novillo gordo aumentó 9% en términos reales sobre 2014, registrando en abril pasado el mayor valor real en más de 20 años.

En Paraguay, el mercado se vio alterado por lluvias muy importantes en casi todo el país, lo que complicó la transitabilidad de los caminos regionales y la llegada de los animales a los mercados y plantas de faena. Esta situación provocó un aumento en los precios de 8 centavos de dólar en los últimos diez días, llegando a U$S 2,65 por kilo.

En lo inmediato, la necesidad de mantener el ritmo de trabajo en las plantas forzará a nuevos aumentos si se cumplen los pronósticos de renovadas lluvias en los próximos días.

Por último, en Uruguay, las cotizaciones se mantuvieron estables, a U$S 3,30 el kilo, con una oferta restringida. La faena en la última semana del año fue de 27 mil cabezas, 19% menos que la semana previa y 39% por debajo del promedio de las diez semanas anteriores. La cifra fue idéntica a la observada en las últimas diez semanas de 2014.

Cómo se calculan los precios

Con los cambios introducidos por el nuevo gobierno argentino a mediados de diciembre último, consistentes en la eliminación de los derechos de exportación sobre la carne (del 15%) y la recreación de un mercado único y libre de cambios, deja de haber más de una cotización en dólares para el novillo argentino.

Al igual que para los demás países de la región, el precio surge de la división de la cotización más representativa del novillo terminado, expresada por kilo en gancho, carcasa o playa de faena, según las diferentes denominaciones en boga, y se lo divide por el tipo de cambio entre la moneda local y el dólar de los EE.UU.