Curarla antes evita sorpresas
El panorama sanitario del cultivo de soja en la Argentina ha cambiado, pasando de ser un cultivo prácticamente libre de enfermedades a la situación actual, donde se consideran a las mismas como responsables de severas reducciones en el rendimiento y la calidad, con el consecuente impacto negativo en la producción y rentabilidad del cultivo.
El desarrollo de las enfermedades de soja en la Argentina se ve favorecido, entre otras causas, por las condiciones ambientales, el aumento de la superficie sembrada, el monocultivo, el empleo de germoplasma de escasa variabilidad, y el uso de nuevas técnicas de manejo del cultivo.
Durante la emergencia a campo puede ocurrir la muerte de semillas y de plántulas debido a las enfermedades resultantes de la interacción entre la semilla de soja, los patógenos llevados en la semilla, los que habitan el suelo y el ambiente que rodea la semilla.
Las estrategias de control deben estar orientadas a interrumpir estas relaciones en la mayor cantidad posible de sitios, a través del manejo integrado. Por lo tanto la práctica de curado debe ser utilizada conjuntamente con las otras medidas.
Las medidas o prácticas de manejo integrado son:
- Rotación de cultivos
- Uso de semilla de sanidad certificada a través de análisis sanitario de semilla
- Control químico en semilla
- Uso de variedades resistentes
- Equilibrio nutricional
Las razones por la cual se debe realizar "SIEMPRE" el tratamiento de semilla, son:
- Forma parte del manejo integrado de enfermedades y se aplica en forma preventiva
- Control de patógenos llevados dentro y/ó sobre la semilla.
- Maximizar la germinación: En suelos con baja temperatura (SD y/o siembras tempranas); Condiciones de "stress" (deficiencia o exceso de humedad) y Siembras profundas.
- Proteger semillas y plántulas de infecciones de hongos presentes en el suelo (Rhizoctonia spp, Phytium spp.).
- Evitar el riesgo de introducción y diseminación de patógenos por semillas.
- Aumenta el stand de plantas, uniformidad en tiempo y espacio, influyendo de manera directa sobre los principales componentes de rendimiento "número de granos y peso de semillas".
- Contribuye a crear un sistema productivo más eficiente y sustentable.
La respuesta al curado de la semilla de soja se ve influenciada, entre otros factores, por:
- La calidad integral de la semilla.
- El o los patógenos presentes, su localización, incidencia y severidad.
- La fungitoxicidad del producto usado.
- La calidad de la formulación del curasemilla.
- La calidad del curado propiamente dicha.
La importancia del curado trasciende más allá de la fecha de siembra debido a que se debe incluir esta práctica dentro de un sistema de manejo integrado de enfermedades y pensar siempre que se trata de un complejo de patógenos que interactúan con las semillas de soja.
Algunos resultados del curado de semilla con problemas de sanidad, donde ocurren cambios significativos entre el poder germinativo de la semilla sin curar y semilla curada fueron desde 7 hasta 44%.
Hoy en día es muy poco aceptable no pensar, en que un buen tratamiento de semilla previo a la siembra es una de las prácticas más recomendables para partir con un cultivo sano, vigoroso y con un buen stand de plantas.
Algunas de las recomendaciones a tener en cuenta al momento de realizar un correcto tratamiento de semilla son:
- Respetar dosis de marbete de principio activo y/o formulado comercial. La dosis a utilizar, generalmente, está especificada en el marbete del envase y debemos tener en cuenta que conviene respetar las indicaciones del mismo si queremos controlar el patógeno y evitar producir efecto de fitotoxicidad.
- Distribución uniforme y correcta del producto sobre la masa de semilla. De esta manera nos aseguramos que todas las semillas reciban de manera uniforme en superficie, el principio activo formulado comercialmente.
- Nunca aplicar la totalidad de producto en un mismo punto de la masa de semillas. Puede provocar problemas de desuniformidad de distribución ocasionando problemas de sub y sobre dosificación.
Otro tema muy importante a considerar, es el conocimiento de nivel de daño mecánico y vigor que tiene la semilla, esto permitirá realizar una correcta elección del producto comercial y de otros aspectos a tener en cuenta para el tratamiento de ese lote en particular.
Cuando en una semilla con problemas en su funcionamiento se reduce el poder germinativo en forma importante después de haber sido "curada", se sugiere NO curarla y NO utilizarla para la siembra, para evitar sorpresas (M. Scandiani).
Ing. Agr. Gabriel Mina