Se estancó la generación de valor agregado oleaginoso
En los últimos tres años el sector se reprimarizó por el descalabro del biodiesel. Un mercado con políticas erráticas
En la industria oleaginosa argentina ocurre algo muy particular: el grado de desarrollo del clusteraceitero aumenta a medida que disminuyen las exportaciones de aceite de soja. Eso porque, cuando aumenta la elaboración de biodiesel, sefabrican más divisas tanto por un incremento del valor de exportación como por el ahorro de dólares que representa un uso creciente del biocombustible en el mercado interno.
La mala noticia es que tal indicador permanece estancado en los últimos tres años. En el primer semestre de 2015 la industria aceitera argentina exportó un 67% de su producción de aceite de soja, mientras que en el mismo período de 2013 y 2014 esa relación había sido de 71% y 65% respectivamente.
En el primer semestre de 2010 esa relación se había ubicado en un 68% para luego, en el mismo período de 2011 y 2012, caer a un 67% y 61%. La tendencia decreciente parecía prometedora. Pero luego el camino hacia la generación de un mayor valor agregado se cortó (ver gráfico).
Las causas de la interrupción de esa racha ganadora comenzaron en el segundo semestre de 2012 con la intervención oficial del mercado de biodiesel y se consolidaron en 2013 con el bloqueo comercial europeo (subproducto de la expropiación de YPF a la española Repsol). Y desde fines de 2014 a la fecha, con el derrumbe del valor internacional del petróleo –que se llevó puesto a los biocombustibles– los problemas se agravaron.
Las políticas oficiales frente a ese panorama fueron por demás erráticas con alícuotas de retenciones del biodiesel que subían y bajaban –sin un criterio claro de porqué se modificaban– al tiempo que la publicación de tales alícuotas se hace con un retraso bochornoso (las industrias exportadoras del biocombustible aún no saben qué retención deberán abonar por los embarques declarados en junio, julio, agosto y lo que va de septiembre de este año).
Los proyectos para incrementar el uso interno de biodiesel –tales como la mezcla del biocombustible con el gasoil empleado por el agro o el transporte de pasajeros– no fueron activados por el gobierno nacional. Y los precios oficiales del biodiesel destinado a mezclarse en un proporción del 10% con gasoil comercializado en estaciones de servicio, además de publicarse con retraso, no garantizan rentabilidad a la Pymes elaboradoras del biocombustible.
En el primer semestre de 2015, según datos oficiales del Indec, la producción argentina de biodiesel fue de 780.283 toneladas (-23% que en el mismo período de 2014) con exportaciones por 236.550 toneladas (-54%) y un uso interno de 525.883 toneladas (+30%). Este último incremento se explica porque en buena parte del primer semestre del año pasado no se cumplió con el corte de biodiesel del 10% al resultar inviable el precio del biocombustible fijado por el gobierno.