Aacrea advierte que la debacle del trigo pegará fuerte en el interior
Un estudio de Aacrea ratifica que la siembra del cereal retrocederá esta campaña por la nula rentabilidad
Hace diez años, la cosecha argentina de trigo fue de 16,9 millones de toneladas y la producción mundial de 626,7 millones. En el último ciclo, en cambio, la Argentina produjo 12,5 millones de toneladas (26% menos), mientras que el mundo alcanzó los 726,4 millones (16% más). El escenario para este año es menos alentador todavía y se pronostica una caída importante en el área de siembra.
El repliegue de la cadena triguera es consecuencia de la respuesta de los productores a las malas condiciones de rentabilidad y a medidas restrictivas en la comercialización del cereal, que determinaron que en la actualidad cerca del 35% de la última cosecha continúe sin venderse por no encontrar compradores.
Ante esa realidad, muchos productores han optado por no sembrar trigo en el 2015, lo que perjudica la vida económica de las comunidades pampeanas y disminuye el ingreso de divisas para el país.
Un estudio realizado por los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) detectó que desde el ciclo comercial 2007/8 al 2013/14 se comercializaron 86,2 millones de toneladas de trigo, de las cuales, por las restricciones comerciales impuestas, el 56% se negoció por debajo del valor que correspondería haber pagado en el mercado argentino.
Dentro de ese volumen (48,2 millones de toneladas), el 23,4% se vendió a valores menores al 70% del precio de paridad, en tanto que el resto se comercializó con precios que representaron entre el 70% y el 90% del valor teórico correspondiente. Se refleja así el alto impacto en los ingresos de los productores de las restricciones cuantitativas a la actividad comercial triguera.
A partir de esta historia reciente, la campaña de trigo en marcha encierra muchas incertidumbres, ya que entre los productores hay una gran reticencia a sembrar trigo por los problemas sufridos.
Para intentar proyectar lo que puede suceder con la siembra del cereal, técnicos de CREA desarrollaron dos escenarios macroeconómicos posibles.
El primero, con una tasa de inflación por encima de la evolución del tipo de cambio, similar a la situación actual; el segundo, con una evolución del tipo de cambio por encima de la inflación. Se mantuvieron las retenciones y las restricciones a las exportaciones.
En el primer escenario, un campo promedio del sudoeste bonaerense debería producir 3.500 kilos de trigo por hectárea para cubrir los costos, incluido el alquiler. Este rendimiento se encuentra un 22% por encima de lo que se produce en esa zona.
En el segundo escenario, se deben producir 3.100 kilos por hectárea para cubrir los costos. Es un 9% más de lo que el cultivo rinde normalmente.
En síntesis, las distintas situaciones que se plantean para la producción de trigo no generan resultados alentadores para los agricultores, lo que explica la importante reducción esperada de la siembra en 2015.
Esto también repercute negativamente sobre quienes han hecho fuertes inversiones en el NOA, tendientes a satisfacer las demandas de harina y fideos de la región, y exportar a países vecinos.
Para recuperar la competitividad de la actividad triguera, se requieren cambios que exceden a las variables macroeconómicas, como la eliminación de los derechos de exportación y los permisos de embarque (ROE).
Además, hay que tener en cuenta que, aunque varíen las condiciones macro, las regulaciones que rigen el mercado triguero deberán ser reconsideradas para hacer viable el cultivo.