Otra prohibición
Los vecinos de María Juana que reclamaron consideran que es una decisión histórica. Además afirman que la resolución marca el camino a otras poblaciones que sufren igual problema
La medida de prohibir la fumigación aérea en la localidad del sur del departamento Castellano apunta a mejorar el ambiente y la calidad de vida.
Las autoridades de esta localidad del sur del departamento Castellanos dictaron ordenanzas que apuntan a mejorar el ambiente y la calidad de vida de los ciudadanos. Una de ellas, referida al uso de agroquímicos, prohíbe la aplicación aérea de cualquier tipo de productos químicos agrarios dentro de toda la extensión del distrito comunal, unos 104 kilómetros cuadrados.
La prohibición, en línea con recientes reclamos presentados ante la Legislatura provincial y avalados por firmas de ciudadanos e instituciones, fue pedida a la comuna en ocasión de una charla-debate de Elizabeth Tesán, médica de la Red Universitaria de Ambiente y Salud de la Universidad Nacional de Córdoba (Reduas) que tuviera lugar a mediados del pasado año y que derivó en una asamblea popular. Los vecinos consideran la decisión como histórica.
Restricciones expresas.El reclamo por las frecuentes fumigaciones en distintos silos existentes dentro o en inmediaciones del pueblo también fue atendido, mereciendo restricciones expresas.
La norma comunal no tuvo sin embargo la misma recepción por parte de vecinos, que pretendían un radio de exclusión mayor. La norma crea una "zona de resguardo" que se extiende tan sólo hasta 100 metros del radio urbano, dentro de la cual ratifica la prohibición de uso de cualquier producto agroquímico destinado a fumigación o fertilización, aunque extiende la restricción a escuelas y caseríos rurales.
En la disposición también se prohíbe la circulación o permanencia de aparatos fumigadores tipo "mosquito" y la radicación de depósitos de productos llamados "fitosanitarios" sea para comercializarlos o cualquier otro uso dentro de la zona de resguardo, concediendo seis meses a los ya existentes para adecuarse a la nueva disposición, bajo apercibimiento de retirarse la habilitación comunal para su funcionamiento.
La reglamentación llega en momentos en que en la región existe una gran preocupación vinculada con los efectos del uso de agroquímicos en la salud y el ambiente, y recoge muchos de los fundamentos jurídicos y técnicos expuestos en decisiones judiciales e investigaciones científicas de la provincia y afirman los vecinos que marcará el camino a otras poblaciones.
Por tal razón, a través del artículo 15 de la ordenanza 1.343/12, se creó además un registro de natalidad y morbilidad, dependiente de la comuna para asentar datos estadísticos de "nacimientos con malformaciones, abortos espontáneos, cánceres en niños, jóvenes y adultos, tipos de cánceres detectados, evolución de los mismos, enfermedades endócrinas y reproductivas y la localización de los pacientes".
Mientras tanto, la disposición comunal exime por un año el pago de algunos impuestos de los inmuebles afectados parcialmente a la restricción y propone producciones orgánicas, aunque la cercanía de las aspersiones, que sólo se limitaron a 100 metros, hace dudosa la posibilidad del desarrollo de cultivos "libres de agroquímicos". También prevé que las actividades que se realicen dentro de la zona de resguardo cuenten con la aprobación de los vecinos mediante un mecanismo de consulta pública.
En la Antártida. Una investigación científica realizada por especialistas del Conicet y presentada en el Congreso Argentina y Ambiente 2012 dio cuenta de la existencia de contaminantes orgánicos persistentes (COP's) en el aire antártico. "Estos atrajeron la atención de científicos y entidades de control ambiental en las últimas décadas debido a su persistencia, capacidad para bioacumularse en la cadena alimentaria, propiedades toxicológicas y su habilidad para ser transportadas largas distancias, a lugares remotos del planeta", refiere el estudio en su introducción.
"Nuestro grupo de investigación participó con un proyecto cuyo objetivo comprendió la determinación de plaguicidas organoclorados y PCB's en aire. Entre los contaminantes que se pudieron identificar y cuantificar se encuentra el endosulfán I, uno de los plaguicidas de mayor venta en la Argentina y del cual no se registran datos en la Antártida, y su principal metabolito, endosulfán II", indicaron.
Estudios científicos.También determinaron la existencia de lindano y hexaclorobenceno —que si bien debe ser fijado mediante métodos científicos ya que la investigación está en etapa inicial—, habrían llegado a la Antártida "exclusivamente a través del transporte atmosférico de largo alcance".
Este trabajo, que puede consultarse en www.conicet.gov.ar, forma parte del cúmulo de pruebas científicas que sirven de fundamentación para quienes pretenden excluir de sus jurisdicciones a la aeroaplicación como método de aspersión de plaguicidas agrarios.