Comenzando a palpitar la nueva cosecha de EE.UU.
En mayo el USDA difundirá las primeras estimaciones de producción. En cuanto a la demanda, las exportaciones semanales norteamericanas volvieron a ser buenas la semana pasada.
El foco del mercado está dejando atrás las grandes cosechas de EE.UU. y Sudamérica para enfocarse más en las expectativas del nuevo ciclo. El maíz, que venía sostenido por un arranque de siembra lento, encontró pronósticos más secos el viernes que permitirían recuperar el tiempo perdido, y esto causó una baja importante de precios. Ésta rompió pisos importantes, lo que retroalimentó la baja, y estamos lamentablemente en un nuevo escalón más abajo. En tanto, la perspectiva de que la siembra de maíz se active llevó a que el temor de que pasara área adicional del cereal a soja desapareciera, y esto les dio sustento a los precios de la soja.
Otro elemento que obró en contra del precio del maíz fue el recrudecimiento de la infección de gripe aviar en EE.UU. El estado de Iowa y el de Minnesota se encuentran en alerta, y esto hace temer que caiga la demanda de forrajes, afectando tanto al maíz como a la harina de soja en EE.UU.
En cuanto a la demanda, las exportaciones semanales norteamericanas volvieron a ser buenas la semana pasada. Ello les da cierto sustento a los precios, aunque este factor es cada vez mirado más de reojo por el mercado ya que impactará sobre stocks finales de la campaña 2014/15 y ello parece ya historia antigua.
Los operadores empiezan a posicionarse de cara al reporte del USDA (Departamento de Agricultura de EE.UU.) de mayo, que será el primero que traerá cifras oficiales tanto para EE.UU. como para el resto del mundo en cuanto a oferta y demanda para el ciclo 2015/16. La tendencia para los países de América del Sur parece demasiado lejana, pero en EE.UU., donde se está sembrando en estos momentos, el dato se aguarda con gran expectativa.
El reporte de intención de siembra marcó un paso de área de maíz a soja de unos 0,4/0,5 millones de hectáreas, lo cual no es significativo, pero ocurre partiendo de niveles muy elevados. Al multiplicar esa superficie por el rinde tendencial, el número resultante será de una producción muy importante. A su vez, partiendo este año desde niveles de stocks mucho más altos, el precio podría verse presionado. Sin embargo, los precios están ya en niveles muy bajos y parece difícil continuar llevándolos a la baja, especialmente con el período climático clave de EE.UU. entre junio y agosto.
El trigo, en tanto, también se deprimió marcadamente sobre el final de la semana con una mejora climática en EE.UU. y fuerte competencia del cereal desde Europa y en menor medida Rusia/Ucrania.
Pasando al plano local, la recolección de soja sigue marchando. Se encontraría ya a la mitad, con lo que se transita el pico de la presión de cosecha. La trilla avanza adelantada respecto del año pasado, pero mucho más lento de lo que podría andar. Los rindes son tan elevados que la velocidad de recolección es baja. El clima, en tanto, viene acompañando con poca lluvia. Como es habitual, los productores dan prioridad a la soja, que en caso de lluvias se abre y pierde porotos por sobre el maíz, que resiste mejor la humedad. Sin embargo, los barcos que vienen a buscar maíz están llegando y la baja cantidad de grano disponible en puertos terminará generando oportunidades. Por esto los pases en el mercado a término (precios para distintas fechas de entrega) se han achatado, dando un incentivo para guardar en vez de vender o entregar.
Se otorgaron Roe Verde de maíz por 3 millones de toneladas la semana pasada. Se podrían haber entregado mucho más toneladas, hasta ocho sin generar problemas. De allí que el mercado más caliente que hubo esta semana se deba más a la llegada de barcos que al anuncio oficial. Cuando este tonelaje se termine, podrán dar otro tanto, pero ya van saliendo las últimas oportunidades para cargar maíz. Como cobertura se pueden hacer negocios a fijar por soja, o bien comprar opciones en el mercado de Chicago.