Un incendio en Sierra de los Padres arrasó 1000 hectáreas
El calor y la falta de lluvias favorecen la combustión; protegen áreas sembradas
Aunque lo presumen controlado y sin riesgo de expandirse más de lo que ya ha afectado, varias dotaciones de bomberos mantenían anoche el esfuerzo para frenar el fuego que abarcaba casi 1000 hectáreas en inmediaciones de Sierra de los Padres, una zona productiva y de destacados paisajes turísticos que está ubicada unos 25 kilómetros al oeste de la ciudad.
El objetivo inicial fue evitar que el incendio alcanzase zonas habitadas y sembradíos, lo que se pudo lograr luego de casi 24 horas de trabajo continuo. El riesgo mayor se planteaba en torno a un complejo de cabañas al que las llamas se aproximaban con suma celeridad.
La mayor tranquilidad surge del escaso riesgo para quienes viven o trabajan en la zona. Por el momento no hay viviendas particulares dañadas ni personas afectadas. El jefe del destacamento de Bomberos de Sierra de los Padres, Víctor Cabral, confirmó ayer que el fuego atacó áreas que en su mayoría están plenas de pastizales y rastrojo, de fácil combustión por la escasez de lluvias que se vive en la región desde hace ya dos semanas. "Extinguir el fuego en lo inmediato asoma difícil, pero estamos seguros de controlarlo a la brevedad", explicó.
El primer foco ígneo se detectó anteayer y el despliegue inicial de autobombas se abocó a la protección de áreas sembradas. En particular campos en los que hay soja y otros en los que se almacena trigo mediante el mecanismo de silobolsas.
Desde ayer comenzaron a trabajar aviones hidrantes a partir de la intervención del Plan Nacional de Manejo del Fuego. Esto complementa la labor que en tierra, con agua desde vehículos y mochilas, realizan bomberos de Sierra de los Padres, a los que se sumaron dotaciones de Ayacucho, Coronel Vidal, Mechongué, Balcarce y Mar del Plata. "Se llega con mangueras hasta donde se puede, y donde no, con equipos portátiles", explicaron.
La zona afectada es conocida como Sierra de los Difuntos, de difícil acceso por su topografía irregular y más aún con fuego tan presente a lo largo de un corredor de más de 3 km. A esta dificultad propia del escenario natural se suma la coyuntura climática. En Mar del Plata y alrededores aún se vive el verano en cuanto a temperaturas, con jornadas por encima de los 30°C y lluvias que se extrañan desde hace tiempo. Recién para esta tarde se aguarda una rotación de vientos que acercará aire fresco y algún chaparrón