Campaña 2011-12

En Córdoba la sequía redujo un 30% la cosecha

La producción fue de 17,168 millones de toneladas, 7,58 millones menos que en el ciclo anterior. Fue la peor en los últimos ocho años

6 Sep 2012

El comportamiento de La Niña durante la última campaña agrícola fue determinante para que Córdoba tuviera la peor cosecha de soja, maíz, sorgo, girasol, maní y trigo de los últimos ocho años.

La fuerte sequía que afectó a los 7,514 millones de hectáreas sembradas (150 mil más que en el ciclo anterior) impidió a los productores cordobeses poder repetir el récord de producción de la cosecha pasada, cuando habían levantado 24,748 millones de toneladas. Sólo alcanzó para un volumen de 17,168 millones de toneladas, un 30 por ciento menos que en el año anterior, según los datos finales elaborados por el área de Estimaciones Agrícolas del Ministerio de Agricultura de la Provincia.

Para encontrar una producción más baja hay que retrotraerse en el calendario al ciclo 2003/04, cuando la cifra alcanzó a 14,98 millones de toneladas.

Pérdidas de pesos. “La principal causa de la merma en el rendimiento corresponde a la sequía que afectó a amplias zonas productivas de la provincia, lo que obligó a decretar la emergencia agropecuaria en las regiones más afectadas. En el caso del trigo, se suma además el desaliento del productor para sembrar ante las políticas nacionales aplicadas sobre el sector”, aseguraron desde la cartera agropecuaria provincial.

En la Provincia aún esperan que la Nación homologue los dos decretos de emergencia agropecuaria que remitieron a comienzos de año y que aún no tienen resolución (como es el diferimiento de los impuestos nacionales) para alrededor de dos mil productores cordobeses.

En el caso de algunos granos, como fue el girasol, además de la sequía también tuvo incidencia en las pérdidas de rendimiento los efectos de la plaga de la paloma.

La mayor inversión realizada por los productores en incrementar el área agrícola no encontró en el clima al aliado necesario para traducirla en una mayor cosecha. Respecto al récord de la campaña pasada (24,74 millones de toneladas), la pérdida de producción fue de 7,57 millones de dólares. La soja fue el cultivo que más se redujo, con 4,35 millones de toneladas respecto a 2010/11; siguió el maíz con 2,65 millones de toneladas y el trigo con 0,43 millones. Sólo en estos tres granos 
–los de mayor participación en producción y área sembrada– la Provincia resignó ingresos por 3.126 millones de dólares.

Grano por grano

Soja. Con 4,913 millones de hectárea sembradas (95 mil menos que en el ciclo anterior), la apuesta inicial de los productores era obtener una cosecha similar a la del año anterior: 12,86 millones de toneladas. Sin embargo, la falta de lluvias durante el ciclo redujo el área a cosechar a 4,8 millones de hectáreas, 106 mil menos que las sembradas inicialmente y redujo los rendimientos individuales a los peores registros de la década: 1.772 kilos por hectárea. La producción final fue de 8,51 millones de toneladas.

Maíz . Fue el segundo más afectado por la falta de lluvias. Su superficie sembrada alcanzó a 1,356 millones de hectáreas, 114 mil más que en el ciclo pasado. Sin embargo, su producción cayó 33,7 por ciento: de 7,887 millones de toneladas en el ciclo pasado a 5,229 millones. Los cultivos de primera implantación fueron los más afectados por la falta de lluvias; debido a ello 187 mil hectáreas no se levantaron. En las que pasó la cosechadora el rendimiento por hectárea fue de 43,98 quintales por hectárea, muy por debajo del promedio.

Girasol. Con el maní fueron los únicos granos con más producción que el año anterior. Sobre un área de 63 mil hectáreas produjo 103.470 toneladas, 10 por ciento más.

Maní. Fue la otra excepción que logró escapar a La Niña. Sobre una superficie de 262 mil hectáreas, la cosecha fue de 600.580 toneladas, 31 por ciento más que en el ciclo 2010/11.

Sorgo. Su volumen fue 1,29 millones de toneladas, 18 por ciento menos que el año anterior.

Trigo. Si bien se habían sembrado 30 mil hectáreas más (630 mil en total), su producción cayó 30 por ciento. Dejó en los silos 1,426 millones de toneladas.