Consumir pescado previene problemas cardiovasculares
Lo revela un estudio reciente; aporta ácidos grasos omega 3 que protegen el corazón y reduce hasta un 45 por ciento el riesgo de muerte súbita
Primer dato: comer pescado de dos a cuatro veces por semana, o tomar suplementos de aceite de pescado (omega 3 marino) previene problemas cardiovasculares como arritmias y muerte súbita en pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio. "Algunos trabajos marcan que gracias a la incorporación de pescado durante el tratamiento se llega a un descenso del 45 por ciento de muerte súbita", dice el doctor Ricardo Iglesias, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina . Además, una investigación reciente demostró que el consumo de omega 3 reduce la mortalidad y las hospitalizaciones por causas cardiovasculares en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica que estaban recibiendo otras terapias.
En tiempos en que las afecciones cardiovasculares son la principal causa de muerte en la Argentina y en el mundo, la puesta en marcha de nuevas estrategias de prevención de este tipo de enfermedades resulta primordial. Y, en este caso, deliciosa, porque la mayor concentración de omega 3 se encuentra en los pescados conocidos como "azules". "Son los que tienen un alto contenido de grasa, es decir, más de un 5 por ciento, como el atún, el salmón (que aporta unos 11 gramos de grasa por cada 100 gramos de carne), el pacú, el pez limón, el arenque, la trucha, la sardina y la caballa", detalla el doctor Jorge Lerman, jefe delServicio de Cardiología del Hospital de Clínicas .
En personas sin antecedentes cardiovasculares, comer pescado dos veces por semana es suficiente para proteger el corazón.
Varios estudios han encontrado que a mayor consumo de pescado, menor es el riesgo de padecer enfermedades coronarias
OMEGA 3 VS. OMEGA 6
Los ácidos grasos omega 3 son mucho más saludables que los omega 6: reducen la aparición de arritmias, mejoran la composición de las membranas de las células, tienen efectos beneficiosos sobre las plaquetas y también sobre las grasas de la sangre, porque disminuyen los niveles de colesterol y de triglicéridos. "Son ácidos grasos esenciales, lo cual significa que el organismo no los puede fabricar. Resultan imprescindibles para el crecimiento, el desarrollo y la óptima función del cerebro, el corazón y otros sistemas. Son poliinsaturados, es decir que en su molécula tienen más de una doble ligadura en la cadena de carbonos. Cuando uno de ellos se ubica en el carbono número 3, se define como ‘omega 3’, y si se localiza en al carbono número 6, se denomina ‘omega 6’", explica el doctor Ricardo Rey, de la Fundación Cardiológica Argentina.
Los ácidos grasos omega 6 se encuentran en nueces, cereales, pan integral, huevos, aves de corral y en la mayoría de los aceites vegetales.
"Es importante la relación que las personas establecen entre las cantidades que ingieren de cada uno de los ácidos grasos omega. Cuando la diferencia es menor a 5:1 (cinco ingestas de omega 6 por cada ingesta de omega 3), se logra un efecto preventivo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, en las dietas occidentales esta relación está alterada y puede llegar a ser mayor a 10:1, es decir 10 veces más omega 6 que omega 3", advierte Lerman.