Cristina y su cita con Soros
Cristina estuvo más de una hora con el magnate en Nueva York; no trascendieron detalles del encuentro
George Soros, el multimillonario empresario húngaro-norteamericano al que la presidenta Cristina Kirchner quiere sumar en su cruzada antibuitre, cruzó de ida y de vuelta el lobby del hotel Mandarín, en el mayor de los silencios.
A puertas cerradas, la audiencia que le dedicó la Presidenta fue la más larga de su agenda oficial. En total, le reservó más de una hora, que transcurrió en su elevada suite con ventanales sobre el Central Park, para esa hora, alumbrados ya con luz artificial.
"No habrá información oficial", dijeron minuto más tarde voceros de la delegación presidencial. A lo largo de la tarde,se recogió cautela ante conjeturas que daban cuenta de un posible apoyo más explícito del inversor o, incluso, una compra de deuda en poder de los fondos buitre.
"Me parecería muy raro que algo de eso se supiera hoy" (por ayer), fue una de las expresiones. "No sé de dónde sale eso", se refirieron otros interlocutores.
Soros tiene más de 450 millones de dólares invertidos en YPF y, al igual que el Gobierno, reclamó al Bank of New York que libere los fondos depositados para el pago de intereses de deuda reestructurada. Lo hizo por vía judicial. "Es un buitre, pero bueno", dicen algunos referentes del Gobierno en esta ciudad.
Para cuando el financista salió de la suite presidencial, en el lobby del hotel sólo quedaban periodistas de guardia. La delegación de la Presidenta, con dirigentes de La Cámpora y de Kolina, así como funcionarios del Gobierno, se habían retirado.
Para el grueso de la delegación, la principal actividad del día fue acompañar a la Presidenta en su discurso con sindicalistas en el consulado.
Entre otros, el senador Aníbal Fernández; los radicales Leopoldo Moreau y Leandro Santoro; el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, y el ministro Carlos Tomada y dirigentes gremiales. Entre ellos, el pelilargo Roberto Baradel, impulsor de la larga huelga docente que, a principios de año, puso en jaque al gobierno de Daniel Scioli.
Dedicaron parte del día de ayer a caminar por el Central Park. Es probable que hoy hagan lo mismo, ante la ausencia de precisiones de agenda.
Los referentes camporistas Eduardo "Wado" de Pedro, Andrés Larroque y Hernán Reibel estaban invitados, hoy, a la School of New York. "La misma donde, años atrás, habló Néstor Kirchner", dijo uno de ellos. Sería, en todo caso, una reunión a puertas cerradas para hablar del "modelo de crecimiento con inclusión social", explicaron.
Hoy llega el presidente norteamericano, Barack Obama, a la ciudad, y con ello, el habitual cóctel de bienvenida que ofrece a los presidentes y jefes de Estado.
AUSENCIAS
Hace varios años que la presidenta argentina hizo culto de la ausencia a esta cita. No parece que este año vaya a ser la excepción y probablemente permanezca de nuevo buena parte del día en el hotel Mandarín Oriental.
No hay tampoco reuniones bilaterales pautadas. Ayer, en la ONU, la Presidenta tuvo oportunidad de cruzarse fugazmente con su par chilena, Michelle Bachelet, y con el boliviano Evo Morales. Pero no hubo más.
Quiso la coincidencia que ayer también estuviera en esta ciudad el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri. Sin embargo, no hay registro de que tuviera contacto con la Presidenta.
No son los únicos que andan por aquí. En el otro extremo del país, en California, está el ex integrante de su equipo y hoy aspirante a sucederla Sergio Masa, en su caso, en una gira por empresas cibernéticas.
La cita de la Presidenta con Soros -la segunda en dos años de que se tenga registro- seguía anoche en el misterio