A la espera de otro recorte
El mercado espera que hoy el Usda recorte en 50 millones de toneladas la producción 2012/2013
Hoy es muy probable que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) vuelva a reducir su estimado de producción de maíz y de soja. De los dos cultivos el cereal ha sido el más perjudicado, por una de las peores sequías de la historia, mientras que las últimas lluvias tardías fueron suficientes para frenar las pérdidas en el cultivo de soja.
Al lunes pasado, el estado de los cultivos mostraba que el maíz ha perdido un punto en su condición de bueno a excelente: bajó de 24 por ciento a 23, contra 60 que presentaba a igual fecha del año anterior.
Un 27 por ciento del maíz se encuentra en estado regular y un 50 por ciento entre malo a muy malo. Solo si consideramos la condición de los cultivos en este último rango podemos estimar que las pérdidas pueden llegar a superar los 100 millones de toneladas con respecto al primer estimado del Usda, cuando se sembraba.
Pérdida de tres cifras. En su último informe de julio, el organismo estadounidense redujo su estimado de producción de maíz en 46 millones de toneladas, y el mercado espera que en su informe de hoy vuelva a reducir su estimación: esta vez en 50 millones de toneladas. Si el ajuste supera los 50 millones de toneladas tendremos un potencial efecto mucho más alcista sobre los precios del maíz en Chicago.
Mientras Estados Unidos atraviesa está delicada situación con el maíz, el gobierno chino anunció que deberá importar este año por lo menos siete millones de toneladas. En este sentido, los chinos deberán considerar otros orígenes además del estadounidense y volcar su mirada a la Argentina y Brasil; eventualmente Ucrania también.
En el mercado local, el grano ya está cotizando a 200 dólares para la entrega de la nueva cosecha (marzo o abril). Con este precio, el margen bruto mejora y comienza a mostrarse como uno de los mejores negocios de 2013, con la excepción de zonas más alejadas de los puertos. En este último caso habrá que renegociar con los camioneros la tarifa de flete en aquellas zonas que se ubican a una distancia mayor de los 800 kilómetros de los puertos. No descartamos que el maíz en la Argentina pueda subir todavía un adicional de 10 a 20 dólares.
El mundo deberá enfrentar un 2013 sin la generosa oferta de maíz estadounidense en cantidad y precio, ya que deberán resguardar el consumo de su mercado interno, tanto para producir etanol como para alimentos balanceados.
Veamos mientras tanto algunas noticias que esta semana tuvieron su impacto en la opinión pública. La sequía en Estados Unidos y la caída de los rindes de maíz han puesto el foco, una vez más, sobre el rol de los biocombustibles; cuatro años después de una suba en precios de los granos, volvió a recrear el debate de “alimento versus biocombustibles”, y comenzaron algunos disturbios en países en desarrollo.
Noticias alcistas
En el plano regional, exportadores de granos brasileños, buscan ayuda de la Corte por huelga portuaria. Es a los fines de garantizar liberación de documentos de los agentes de inspección en huelga en los puertos más importantes del País, según informó la Asociación de Exportadores de Granos de Brasil (Anec). Inspectores de alimentos del Ministerio de Agricultura de Brasil iniciaron el lunes una huelga, por una mejora en el salario, y hasta el momento han logrado poco efecto sobre el movimiento del grueso de las commodities, a través de los puertos del vecino país. Pero el presidente de Anec, advirtió que hay real riesgo de que las exportaciones de alimentos, sean retenidas.
Todo a favor
Como vemos, todas la noticias internacionales y regionales, juegan a favor de la suba de los precio de los productos agrícolas. En el plano local, hay que tener mucho cuidado y precaución por lo que pueda suceder con la soja en el mercado internacional. Chicago ya está mostrando una fuerte caída en los precios del grano de la nueva cosecha, con pérdidas de casi 50 dólares con respecto a los precios de la cosecha actual.
Esta tendencia bajista en el mercado de soja tiene que ver con la supercosecha que se espera en Sudamérica que, a su vez, dependerá del clima en los próximos dos meses, cuando comienzan las siembras en Brasil y Paraguay.