La elección de la AFA fue un verdadero papelón y terminó anulándose porque había un voto más de la cantidad de los votantes, dando un insólito empate en 38 votos entre Luis Segura y Marcelo Tinelli.
Aparentemente dos boletas se "pegaron" en un sobre y las siete personas que controlaban no pudieron detectarlo, por lo que se tiraron en la copa y a la hora de contar dio ese resultado insólito.
La elección no pudo repetirse porque dos de los asambleístas se fueron terminada la elección y no se quiso hacer sin el total de los votantes. Los dirigentes que se ausentaron fueron el presidente de Crucero del Norte, Julio Koropeski, que presuntamente tenía un vuelo de regreso a Posadas, y el presidente de Excursionistas, Julio Lozano, que había sufrido en el día amenazas y que estaba dispuesto a renunciar, después de votar, aunque en la previa el presidente de Atlanta había denunciado que Lozano no podía votar porque ya no era el presidente de Excursionistas, cosa que desmintió el propio Lozano, que después desapareció misteriosamente de la asamblea.
En el momento del recuento de votos todos quedaron sorprendidos por el empate en 38 votos y hubo una gran confusión, hasta que el secretario de la AFA, Miguel Silva, dijo que iban a hacer un cuarto intermedio. En ese momento, el presidente de Boca, Daniel Angelici, pidió que se repita la elección, pero a mano alzada a lo que se opuso la gente de Tinelli porque ese método no estaba contemplado en el reglamento de la AFA. Después de ese cuarto intermedio, a pedido de los inspectores de personería jurídica se tomó lista de los 75 asambleístas y allí se percataron que faltaban los dos dirigentes, por lo que ante la alternativa de repetir la elección se negaron las dos partes, ya que uno de los dos votantes les había prometido el voto a los dos.
En una elección que tenía que ser muy simple, porque solamente votaban 75 personas, la cosa se complicó de una manera insólita y hasta algunos hablaron del fantasma de Julio Grondona metiendo un voto más en la copa del recuento final.
En la previa los dos candidatos se adjudicaban el triunfo y mientras Tinelli decía tener 44 votos, Segura expresaba tener 42, con lo que había 11 votos de más, con dirigentes que habían comprometido su apoyo a las dos partes. Por eso, había mucha curiosidad porque se sabía que el resultado de la elección era incierto y fue tan incierto que no se definió nada, ya que había un voto de más y era un voto vital porque ponía las cosas empatadas, por lo que uno de los dos habría ganado por un voto. Ante esto es que Segura y Tinelli empezaron a hablar de unidad (ver aparte) porque repetir esta elección sería un nuevo papelón para el fútbol argentino.
