Tradicionalmente cuando se habla en novillo holando se piensa carne proveniente de un animal pesado, de unos 600kg y entre 6 a 8 años de edad. Actualmente este tipo de animal se faena liviano, en forma de “ternero bolita” ya que esta raza no tiene un peso mínimo de faena.
Entre las ventajas de este tipo de producción se destaca que son nacimientos que están disponibles, se puede sumar a planteos intensivos que tienen mano de obra disponible, es un sistema de crianza y terminación eficiente y por ultimo por tratarse de cortes con menor contenido de grasa tienen un gran potencial como oferta de carne diferencial.
En cuanto al mercado, es sabido que el precio de estos animales es usualmente castigado en un 10 a 30% versus el novillo tradicional. El Med. Vet. Sebastián Vittone del INTA Concepción del Uruguay destacó que es importante trabajar para suplir la necesidad de información de cada actor de la cadena ya que mientras que a los productores les interesa mas el peso de faena y el grado de terminación, a la industria el rendimiento industrial, mercados posibles y conserva, y por último el consumidor valora la terneza, color, jugosidad, sabor, aroma y bienestar animal.
El sistema de alimentación es a corral absoluto sin incorporación de pasto ya que la idea es llegar al mercado cuanto antes. Las premisas para este tipo de producción es que el animal se alimente a “comedero lleno” con grano de maíz entero, sin fibra efectiva y con aplicación de correctores proteicos.
En cuanto a parámetros como la ganancia de peso y rendimiento al gancho el ternero holando no tiene nada que envidiarle a las razas carniceras británicas tradicionales ya que al ser terneros son animales magros por efecto de la edad más que de la raza. El problema mas evidente se evidencia al medir el espesor de grasa dorsal ya que se encuentra entre 0 a 2mm cuando para el mercado argentino debería contar con entre 6-8mm.
Igualmente se realizó un estudio de mercado donde se destacó que es un buen producto que no tiene problemas para venderse y además, una vez que la probó, el consumidor demandó nuevamente este tipo de carnes por lo que existe una generalizada disposición a volver a comprar el producto.