Analistas económicos coincidieron en destacar el resultado de la remoción del cepo cambiario durante el primer mes del Gobierno de Macri, pero alertaron sobre la expectativa de un tipo de cambio más alto que el actual de 14 pesos, la falta de medidas para atacar el frente inflacionario y el reordenamiento fiscal. El economista jefe de la consultora Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina, consideró que, con la remoción del cepo en pocos días, el Gobierno logró concitar "expectativas favorables" dando una señal de "buen manejo" en lo que definió "un plan con cintura política" pero entendió que "falta ver qué pasará con precios y salarios".
Aún se debe atacar "el frente inflacionario" reflexionó Sigaut tras afirmar que "una política económica más contractiva genera costos y la clave será lograr que el salario no pierda poder adquisitivo frente a la inflación", mientras que "la novedad es que no se ha hecho mucho en política fiscal y quizá eso responde a un plan gradual, de no avanzar en políticas contractivas".
Por su parte, el economista del IAEF, Alfredo Gutiérrez Girault, dijo que el primer mes fue de cumplimiento de anuncios de campaña en cuanto a levantamiento del cepo y eliminación de retenciones y que ahora la incógnita está en el aspecto fiscal "especialmente en las medidas que se tomarán en el lado tributario". Para el economista Juan Pablo Ronderos, de la consultora Abeceb, es "prematuro" llegar a una evaluación porque aún falta ver "qué se hará por el lado del reordenamiento fiscal" y aunque medidas como el levantamiento del cepo "fue menos gradual que lo esperado, se cumplió con lo prometido en la campaña y hasta ahora el resultado es positivo".
Afirmó que "falta que el mercado se regularice para saber si éste es el precio de referencia del tipo de cambio", y opinó que también "se tomaron buenas decisiones en cuanto al levantamiento de las restricciones de las trabas económicas existentes en materia regionales", al aludir a la eliminación de retenciones. El economista radical Gustavo Grinspun expresó su preocupación sobre "la cuestión de fondo" para la cual "hay que reacomodar una estructura de precios relativos que ha sido desquiciada por años de manera acumulativa" y en ese sentido "hay que ver cómo se distribuyen los costos de los ajustes que necesita la macroeconomía".
Dijo que a pesar de la sensación de satisfacción que dejan las medidas, "lo medular" está en su repercusión, es decir "los efectos no deseados que originan" y en evitar lo que "suena a una distribución de cargas desparejas en cuanto al ajuste a hacer". Finalmente, el exsecretario de Finanzas, Guillermo Nielsen afirmó que el valor del "dólar actual es muy bajo" pero dijo que "hay que entender la prudencia del Gobierno" en momentos en que "se trata de ver que el ajuste sea lo más razonable posible y que no resulte salvaje ni monstruoso".
