Los trabajadores rurales y los del empaque acordaron sus respectivos salarios y, sobre la base de los correspondientes convenios paritarios, están en condiciones de iniciar la cosecha de fruta en los valles de Neuquén y Río Negro.
Según la información de fuentes gremiales, los trabajadores agrupados en la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estiba (Uatre) acordaron con el sector patronal un incremento de 28% a partir de enero.
De este modo, el obrero cosechador pasará a percibir una suma diaria de $ 470,30, contra los $ 367,42 que recibió la semana pasada.
El secretario general de la Uatre regional, José Liguén, dijo luego de cerrar los nuevos parámetros salariales que "este acuerdo es importantísimo porque hemos logrado un 28%, cuando en el escenario nacional se venía hablando de un techo de 26 por ciento. Nos alegra tener en claro cuánto van a cobrar los trabajadores y que ellos lo sepan antes de comenzar a trabajar".
Por su parte, el Sindicato de Obreros y Empleados de la Fruta, que agrupa a los trabajadores de las plantas de empaque, firmó el convenio de lo que denominan la postemporada, con un 10% de mejora sobre los haberes del año anterior, lo que lleva el sueldo mensual a 13.513 pesos.
"No es un mal acuerdo, teniendo en cuenta la situación de la fruticultura, y ahora tenemos que lograr los mejores resultados en la discusión de los salarios para la temporada 2016", sostuvo Rubén López, titular del sindicato.
Para el próximo miércoles es la convocatoria para avanzar en la nueva campaña frutícola. Luego solo quedará el debate por los salarios de los trabajadores de los frigoríficos.
El encuentro decisivo se realizó en el Ministerio de Trabajo, en la ciudad de Roca. Se estimaba que allí se podrían dar algunas discusiones respecto de los términos del acuerdo, aunque en la última reunión había quedado delineado un borrador con las pretensiones del gremio y las posibles ofertas de los productores y empresarios. Los representantes del sector primario estiraron su propuesta a un 25% y allí todo amenazó con estancarse ante la negativa gremial, pero luego hubo un esfuerzo más y con un 28% sobre la mesa, el debate llegó a buen puerto.
Este acuerdo se da en medio de una mala situación para los productores de manzanas, que advierten que 2105 cerró con una baja interanual de 30%, un descenso en el que influyeron varios factores como las condiciones meteorológicas, que no ayudaron al desarrollo de las plantas. Las bajas temperaturas y un alto grado de humedad generado por las lluvias determinaron en la primavera serios problemas en procesos como la floración.