El kiwal de Macedo es un lugar pintoresco ubicado en el paraje homónimo, a tan sólo 40 km. de la ciudad gaucha, Gral. Madariaga. Allí, Mario Norberto Breccia desarrolla este emprendimiento familiar, uno de los kiwales que dio origen a la “Fiesta Regional del Kiwi” allá por el 2011, en el marco de la cosecha de esta riquísima fruta que desde hace aproximadamente 30 años desembarcó en nuestro país, y se quedó en tierra madariaguense.
Una Fiesta Popular como tantas, expresión viva de la tradición de un pueblo o ciudad que surgió casi por casualidad. La misma estuvo inspirada en una visita escolar a “El Kiwal de Macedo” , propiedad de Mario N Brecia quien nos cuenta que “ los comienzos del kiwal se remontan a 1990-1991 cuando un grupo de inversores decide el proyecto kiwi en Macedo, como consecuencia de la favorable experiencia realizada por la familia Zoppi, en su campo “El Manzanar de Macedo”. En ese lugar se introdujeron las primeras plantas de kiwi Hayward, en el año 1986, por ser ésta una zona privilegiada, quien presenta condiciones de suelo y clima similares a las mejores zonas de producción de Nueva Zelanda, ya que estamos prácticamente en el mismo paralelo”
El Presidente de la Cooperadora del Jardín 907 de Macedo, Marcos Juárez, ya descansado luego de un árduo pero gratificante trabajo conjunto con los integrantes de la Cooperadora de la Escuela 7 y feliz con los resultados afirmó que “Este año se cumplió con todo y con todos. De a poco agregaremos atractivos a la Fiesta, por ejemplo más espectáculos musicales. Sabemos que hay cosas para corregir y estoy convencido que iremos logrando mejorarla trabajando con el mismo fin, beneficiar al Jardín y la Escuela de Macedo. Por mi parte sólo quedan palabras de agradecimiento a los medios, quienes difundieron la “3 Fiesta Provincial del Kiwi”, a los amigos que ayudaron como así también a nuestras familias”. Ejemplo simpleza y honestidad, este joven trabajador rural ama el campo y transmite ese sentimiento a sus pequeños hijos.
A partir de un Proyecto Educativo, cuyo objetivo fue “revalorizar el kiwi como parte de la identidad local y fomentar el trabajo conjunto de las diferentes Instituciones con proyección turística”, cerca de 10.000 participaron de la “3 Fiesta Provincial del Kiwi”, la cual fue declara “de interés provincial” por el Secretario de Turismo Bonaerense, el Lic. Ignacio Crotto.
NADIE QUISO PERDERSE LA SABROSA “INVITACIÓN”
En la neblinosa mañana del domingo 12 de mayo, se abrieron las tranqueras en este poblado del partido de Gral. Madariaga, para dar comienzo a un “festejo con sabor a kiwi y aroma de tradición gaucha”. El izamiento de la Enseña Patria y el Pericón Nacional permitieron a los primeros visitantes iniciar una ilusión hecha realidad. La Profesora de Ciencias Naturales de la Escuela de Macedo, Perla González escribió en el Proyecto que luego se transformó en la Fiesta, allá por el 2011 “El acontecimiento será de interés cultural y turístico ya que significará una novedosa opción dentro del calendario de eventos de General Juan Madariaga. La misma será disfrutada tanto por los residentes locales como por los visitantes” y no se equivocó.
Más tarde, las pruebas de riendas, los artesanos, las visitas guiadas al kiwal, el baile campero con chamamé y rancheras y la alegría invadieron el predio de la vieja Estación de Tren. Cada actividad fue amenizada por el conductor quien con gracia gauchesca hizo las presentaciones y acotaciones necesarias para que los artistas locales se lucieran sobre el escenario. Manuel Rosas, hombre de Madariaga deleitó con talento y prestancia, sus conocidos versos y canciones.
Bajo un sol brillante y bien madariaguense, miles de familias saborearon ricos corderos y lechones al asador, empanadas criollas y las típicas delicias tuyuseras: pastelitos, tortas fritas y por supuesto, los kiwis de Macedo. Entretenidas mateadas, chicos corriendo por el campo y el juego de “el chancho enjabonado” pusieron el broche de felicidad a la espectacular tarde de mayo.
Cuando el sol comenzaba a esconderse en los campos salpicados por añosos talas y los maizales todavía sin cosechar, escoltaban los caminos de tierra por donde los visitantes emprendieron la retirada, una sensación de satisfacción y “tarea cumplida” invadió a los organizadores; aquellos hombres y mujeres que trabajaron intensamente para beneficio de “las Escuelas de Macedo”, con el apoyo incondicional de la Municipalidad de Gral. Madariaga a través de la Dirección de Turismo Local.
El arco de madera, tallado por el destacado artista Alberto Gervasio, despidió hasta el próximo año a grandes y chicos quienes disfrutaron otra Fiesta Popular en tierra bonaerense. Una nueva invitación para preservar las Tradiciones y acompañar la producción local de pequeños poblados y lugares que, apuestan al negocio del TURISMO RURAL.
Un talentoso escultor, un hombre para admirar
Alberto Gervasio impacta con su andar sereno, su mirada clara y sus historias atrapantes. Dueño de un talento admirable ha recorrido el mundo tallando diversos materiales y dando forma a esculturas y obras, principalmente en madera. Es él quien talló el majestuoso Portal de madera, que da la bienvenida a la “3 Fiesta Provincial del Kiwi”. Este hombre sensible y de una inteligencia admirable, siempre vuelve al pago, siempre regresa a Madariaga. “Ser feliz es tener una esperanza de vida todos los días. La vida es divina, una maravilla; a la vida debemos construirla todos los días, evolucionar en este maravilloso mundo. Mis trabajos al tiempo dejan de gustarme, porque voy evolucionando y busco otro. Me emociona ver el amor que el Pueblo le tiene a Argentino Luna. En este momento estoy tallando sobre un tronco de quebracho chaqueño, de 2000 kilos, la imagen de este “poeta madariaguense” cuando tenía 24 años, y junto a él la guitarra prestada, con la cual cantaba. La escultura será ubicada en la entrada del Museo que lleva su nombre, en su casa natal.
He recorrido gran parte de Centroamérica y Europa tallando madera. Subsistí haciendo esculturas pequeñas y vendiéndolas. La madera es el único material que encontrás andando… Soy un hombre nómade, me identifico con la canción “Linyera soy”. Estoy desprendido de la tecnología, de todo lo material. Creo que el artista debe repartir felicidad. Me hace feliz ser reconocido por lo que soy, no por mis obras. Un artista que talla esculturas debe tener una sensibilidad creciente para buscar la armonía, las formas. No creo en los “nacidos” ni en los dones, saber escuchar concientemente enseña, soy autodidacta y mis amigos me han ayudado a ser “artista”. Viví en el campo y gracias a dos artistas internacionales que alabaron mis obras hoy las disfruto y respeto. No soy un santo sino un hombre que cree en las transformaciones.
Nunca tuve tierra pero siempre sembré muchos árboles, amo la Naturaleza y me encanta la revista Chacra porque desde pequeño la leo.
Luego de escuchar a Gervasio quedan algunos interrogantes...
¿Qué son el éxito y la felicidad?
Seguramente sólo nuestro interior pueda responder ambas preguntas.