Desde ayer por la tarde, un grupo de tamberos nucleados en la Asociación de Productores de Leche de Argentina, junto a representantes del gremio de trabajadores lácteos, ATILRA, llegaron al frente de la planta rafaelina de Saputo, para bloquear la salida de productos.
No fue suficiente la manifestación de la semana anterior, que no tuvo el impacto deseado, ya que la industria no citó a ambas instituciones a dialogar como lo habían pedido, en el marco de una rebaja de precios que redujo hasta 18 centavos el pago por litro.
Con el acumulado de influencias en contra de la firma canadiense, que el año pasado protagonizó un conflicto con ATILRA, por tener la intención de correrlos de la representación de sus trabajadores. Además este grupo de tamberos surgido del conflicto de diciembre y enero, también por recorte de pagos a productores, repite en sus declaraciones el desagrado sobre el recuento de acciones de la firma y sus orígenes. Hoy por hoy, estos motivos son los que orientan a todas las protestas en esta dirección.
Fue de a poco que llegaban los productores, se sumó un contingente de ATILRA y para la noche ya se armaban carpas para poder afrontar el frío y permanecer allí, según algunos productores, indefinidamente.
Mientras algunos dirigentes tamberos negaban la iniciativa del bloqueo, incluso hasta la mañana de ayer el avance se dio y la jugada fue ambigua, porque la propia Saputo fue la que a poco del inicio de esta protesta anunció que no buscaría, desde ese momento, más leche, por lo tanto un reclamo tambero no hace más que perjudicar a cientos de productores de toda la zona, que por otra parte no estan representados por Apla, con lo cual la medida se torna bastante particular.
Mientras unos reclaman y toman ésto como "la última oportunidad de sobrevivir y cambiar la historia de la familia lechera argentina", siendo este un capítulo más de tantos frente a las plantas, sin ninguna consecuencia en la corrección de precios o de políticas, porque así lo demostró la historia más reciente, por eso hay tantos que ya no apoyan este tipo de manifestaciones; pero por otra parte están los que intentan en estas mismas horas un vínculo positivo con quienes industrializan, para ordenar en lo inmediato al sector que están perjudicado como incomprendido.
Que prime la razón y el diálogo, para evitar consecuencias peores a las que ya se conocen y que hermanan a todas las economías regionales nacionales. DiarioCastellanos.