El grado de sorpresa que esto causó fue mayúsculo. En el caso de la mayor área de soja, es totalmente atípico que la superficie varíe tanto entre lo que se pensaba sembrar, publicado en marzo, y lo que se sembró finalmente. De hecho, la variación de área total en EE.UU. respecto del año anterior, de más de tres millones de hectáreas, no reviste precedentes. Los programas de siembra de los farmers norteamericanos suelen estar decididos en el largo plazo, y en general son más proclives a la siembra de maíz que a la de soja.
En cuanto a los mayores stocks de maíz, las exportaciones de EE.UU. han sido muy altas, y por otro lado el margen que arrojan los negocios de convertir maíz en etanol, carne aviar o porcina son tan interesantes, que se esperaba un consumo muy elevado. En este sentido el consumo de todas formas resultó elevado, pero no tanto como se esperaba.
Como si esto fuera poco, el clima en EE.UU. sigue muy bien. La humedad de los suelos se va recomponiendo en la zona que venía seca del sudoeste, mientras que en el noroeste sobra. En el centro de los grandes lagos la situación es normal. Se esperan nuevas lluvias en los próximos cinco días y el pronóstico extendido a 10 días marca lluvia por encima de lo normal. Esto implica abarcar ya hasta mediados de julio. Con el maíz y la soja iniciando ya la floración, eso quiere decir que para la fecha mencionada, el grueso del maíz habrá pasado por su período crítico, y la soja habrá atravesado un 30%. Para soja quedaría todavía algún espacio para sorpresas, pero hasta aquí todo marcha bien, y nada hace pensar que ese rumbo pueda cambiar.
La traslación de esta baja a la Argentina no fue total, ya que en definitiva se trata de elementos particulares de EE.UU., mientras por estas latitudes a esos precios los vendedores desaparecen, al mismo ritmo que los márgenes de rentabilidad y se convierten en pérdidas importantes.
No todo es negativo
Pero no todos los elementos son bajistas. Debemos tener en cuenta que los compradores deberían ver esto como una gran oportunidad, dado que podrán abastecerse a precios bajos. Ello pondrá en algún momento el freno. Por otro lado, los productores perderían plata a estos precios. Aun los norteamericanos con todos sus subsidios, de acuerdo con el análisis de la Universidad de Illinois.
De todas formas, los factores bajistas están aquí y ahora, y los alcistas por ahora son promesas y amenazas, con lo cual deberemos esperar y cabría todavía alguna baja más antes de poder esperar rebotes.
Dante Romano