Enrique Alemañy, titular de Ford y de ADEFA, en diálogo con este diario, analizó el nuevo clima para invertir, el precio de los autos, la presión tributaria, la competitividad argentina y la visita de Barack Obama.
Periodista: Están a una semana de lanzar la nueva pick-up Ranger, que cierra un plan de inversión de
u$s 220 millones. Imagino que ya estarán pensando en nuevos proyectos. ¿Es más fácil con este Gobierno convencer a sus jefes de invertir en la Argentina?
Enrique Alemañy: La opinión de nuestra casa matriz es que los primeros cien días del Gobierno son auspiciosos y alientan a pensar en un nuevo ciclo de inversión.
P.: ¿Es un mito o es real que la visita a un país de un presidente estadounidense, como recientemente lo hizo Barack Obama, alienta las inversiones?
E.A.: Sirve, pero hay que ponerlo en perspectiva. Hasta el año pasado, cuando hablaba con mis jefes regionales o en EE.UU., la pregunta era si la Argentina no corría el riesgo de transformarse en un país como Venezuela. La visión actual es de un país que, si hace las cosas bien, tiene muchas oportunidades de crecer. Ahora, por ejemplo, preocupa más Brasil. En ese contexto, la visita de Obama marca que la Argentina ingresa en una etapa de normalización.
P.: Hay una frase que se escucha cada vez más: los autos están caros.
E.A.: El precio lo fija el mercado. Estamos ingresando ahora en un período con mucha oferta. En nuestro caso, ofrecemos algunos modelos con tasa del 0% y otros con una del 9%. Esto con un costo financiero que es mucho más alto. Entonces, cuando se hace el cálculo de cuál es el verdadero valor de un 0 km, se ve que el auto financiado tiene un precio mucho más bajo que su valor nominal. Hay una gran pelea por el mercado. Algunos competidores están muy fuertes y esa competencia va a poner un límite en los precios.
P.: Pero para abril ya hay empresas que aplican aumentos del 6% al 8%.
E.A.: Cada uno tiene su estrategia. Seguramente nosotros vamos a aumentar, pero no en esa magnitud.
P.: Los datos preliminares de patentamientos de marzo muestran un crecimiento del 20%. ¿Los sorprende? Más si se tienen en cuenta los aumentos desde la devaluación.
E.A.: En cierta forma, sí. Aunque ya febrero fue mejor que lo esperado. Esto muestra lo que decía, está mejorando la oferta y aparece la demanda al haber mejor expectativa y más confianza. Y volviendo al tema de si los autos son caros, con una devaluación como la que hubo, del 55%, los precios están subiendo alrededor del 20%. Si lo miramos desde este punto de vista, en realidad los autos están baratos. En 2014 tuvimos mayor traslado de precios que ahora por la devaluación. Tiene que ver con la oferta de autos. Con la poca oferta que había el año pasado los márgenes eran altos.
P.: ¿Hoy tienen márgenes menores?
E.A.: Muchísimo menos.
P.: ¿La devaluación mejoró la competitividad?
E.A.: Mejoró respecto de una situación que era dramática, pero hay que ver cuánto se traslada a los costos. Aún hoy nuestros costos todavía no son competitivos con Brasil y, claramente, tampoco con México, pero son mejores que el año pasado.
P.: ¿Se puede exportar a otro país que no sea Brasil?
E.A.: Hoy no. Tenemos un problema de competitividad que es estructural. Así lo definimos en ADEFA. La estructura tributaria nos obliga a exportar en los autos un 18% de impuestos indirectos. De eso, hay un reembolso del 6%. Somos un país que exporta impuestos.
P.: Entre la inflación y la caída de la demanda de Brasil, ¿cuál es el tema que más preocupa?
E.A.: Para los argentinos y el largo plazo es importante tener un plan de reducción de la inflación. Para la producción de nuestra planta en los próximos seis meses, que se resuelva la situación de Brasil lo más pronto posible.